Reflexión.
Padre Manuel Monge Mayboca

"A velar en oración para comparecer seguros ante el Hijo del hombre", nos invita hoy el evangelio. El Señor nos advierte a no estar disipados, embriagados y a no quedarnos en las preocupaciones de esta vida.

Debemos de entender que tenemos la necesidad de estar siempre preparados en nuestro vivir la vida y a no comportarnos irresponsablemente.

Una invitación para vivir ya la vida espiritual y celeste, anticipadamente y no esperarnos hasta el día final y con el riesgo de quedarnos avergonzados en la venida del Señor y fuera de su Reino.

Estar vigilando significa, encontrarnos a diario con Dios, tener ese diálogo y preparación necesaria.

Significa también obtener esa fuerza para permanecer de pie delante del Hijo de Dios y que en su regreso no nos encuentre dormidos, porque la invitación es a orar siempre, para que Dios nos considere estar a su lado.

Que sea pues nuestra fe vigilante, con las armas de la oración, la palabra de Dios y los sacramentos.

Este mundo fácilmente nos distrae y nos aparta de la mirada de Dios y de nuestros valores morales que los vamos cambiando por espejos de este terrenal mundo.

Velar es permanecer fieles, con resistencia, para que nuestro corazón esté limpio en el caminar con Dios y nuestra Iglesia.

Esta vigilancia conduce a la santidad y solo en esa unión con Dios tendremos la fuerza de vencer el mal que constantemente nos asecha: "A estar preparados no para conservar lo ya tenemos, lo que ya tenemos y logramos, sino para recibir lo que esperamos, y así la vigilancia será fecunda, renovadora e infatigable". (P. Cabral).

De ese modo, tener esa vida más firme, más sólida, estable y resguardada bien, para cuando venga su dueño la encuentre digna.

FELIZ DOMINGO.

I Domingo de Advierto, ciclo C.
Cd. Obregon Sonora. 28 de Noviembre de 2021.

DIOS ESTA CON USTEDES.