Peregrinación a la Basílica de Guadalupe
Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor. Ya están pisando nuestros pies Tus umbrales, Jerusalén. (Salmo 122)
Por: Diac. Victor Manuel Félix Alvarado
Asomándonos un poco a las actividades Diocesanas dentro del año, hay una que sobresale de manera especial, y es aquella que se lleva a cabo en el mes de Julio, la peregrinación a la Basílica de Guadalupe.
Para entender un poco más el aspecto de la peregrinación, veamos un poco el significado del término:
Peregrinación
Una peregrinación o peregrinaje es el viaje a un santuario o lugar sagrado con importantes connotaciones religiosas. Es, también, un viaje efectuado por un creyente (o grupo de creyentes) hacia un lugar de devoción o un lugar considerado como sagrado según la religión de cada uno.
Descripción de la peregrinación Diocesana
Con anticipación algunos fieles cristianos de nuestra Diócesis, de diferentes comunidades parroquiales, hacen preparaciones para asistir a la Basílica de Guadalupe como peregrinos, sin duda con el fin de visitar a la “Morenita”. Esto es algo muy especial, sobre todo el día que se celebra la Eucaristía presidida por nuestro Obispo, la cual está situada el segundo sábado del mes de Julio.
Comparto mi experiencia de este año al asistir a la peregrinación, yo asistí con los fieles de la parroquia Cumpas donde estoy prestando mi servicio como diácono, parroquia patrocinada por Santa María de Guadalupe; tantas intenciones y agradecimientos, mandas hechas a la Virgen.
Antes de llegar a la Basílica, la cual está ubicada en la Ciudad de México, hay visitas previas a otros lugares turísticos, lugares de tradición y muy bellos, donde visitamos museos, Templos majestuosos (Guanajuato, San Miguel de Allende, Guadalajara, Mazatlán, etc.); momentos de distracción y recreación, momentos de convivir, pero siempre con el corazón en espera por llegar a visitar a la Virgencita, tal y como lo expresamos los peregrinos.
Cuando estábamos acercándonos a la Ciudad de México, los peregrinos decían, ¿a qué hora vamos a ir a la Basílica?
Ya ubicados en la Ciudad, nos dirigimos a visitar a nuestra Madre Santísima de Guadalupe, la primera visita, porque al día siguiente habría otra; experiencia grandes al momento de ingresar, nos dirigimos rápido a ver la imagen, algo sucedió en varios de los que nos acercamos “empezaron a rodar lágrimas de nuestro rostro”, brotaba del corazón la emoción de estar en ese lugar sagrado, a los pies de la mujer que trajo a Cristo en su seno, Dios se manifiesta en esa mujer, la cual eligió para traernos la salvación a nuestras vidas, eso es lo que vivimos y experimentamos ese día.
Al día siguiente nos dimos cita a las 10:00 am en la glorieta de peralvillo, para dirigirnos de nuevo a la Basílica, ya todos los peregrinos diocesanos, iniciamos el camino presidido por nuestro Obispo, Don Felipe Padilla Cardona, rezando el Rosario hasta el momento de llegar al atrio, preparándonos para iniciar la Eucaristía a las 12:00; gran experiencia el haber recibido bendiciones abundantes y agradecerle a Dios, muchos cumpliendo con mandas hechas a la Virgen, otros haciendo peticiones especiales; yo puedo compartir algo tan especial, que no se cómo describirlo, el hecho de servir como diácono en una misa en la Basílica, el proclamar el Evangelio, le pedí tanto a Dios que no me fuera a ganar las lagrimas por la emoción que traía, para proclamar dignamente su Palabra, otra experiencia, el hecho de preparar los dones, fue sencillo y grande a la vez, esa muchas experiencias más vivimos los peregrinos.
Las Palabras dirigidas por nuestro Obispo, nos movieron a acercarnos más a Dios y a ver a la mujer que vivió de manera sencilla y dijo “Si” al plan de Dios, María de Guadalupe.
Elevemos todos juntos como Iglesia de Ciudad Obregón, una súplica a nuestro Dios manifestado en Cristo Jesús, por medio de la Virgen de Guadalupe…
Nuestra Señora de Guadalupe, Ruega por Nosotros