Se venera a San Ansano, romano p o r nacimiento, como el primer apóstol de Siena. En efecto, las conversiones que logró en aquella ciudad fueron tan numerosas, que se le dio el apodo de "el bautizador". Durante la persecución de Diocleciano, fue encarcelado, torturado y decapitado. En el sitio de su ejecución, fuera de las murallas de la ciudad, hay todavía una iglesia. En 1170, las reliquias de San Ansano fueron trasladadas a la catedral. Los restos del santo obraron entonces varios milagros. Alguien se encargó de re- gistrarlos en una biografía fabulosa. Según dicha obra, Ansano fue denuncia- do por su propio padre. El joven confesó la fe, pero consiguió huir de Roma y se dirigió a Toscana. En el camino predicó en Bagnorea y fue hecho prisio- nero en el sitio en que se levanta actualmente la iglesia de Nuestra Señora de las Cárceles. En Siena se profesa todavía gran devoción a este joven mártir: "En los subterráneos que hay debajo del hospital, suelen reunirse varias cofradías que, según se dice, datan de la época de los primeros cris- tianos de Siena, convertidos por San Ansano, los cuales acostumbran reunirsesecretamente en ese sitio en los dias de las persecuciones romanas.
Butler Alban - Vida de los Santos