“¡El que esté sin pecado; que le tire la primera piedra! Y todos se fueron”. Palabras del Divino Maestro y Juez. También usted, en lugar de tirar piedras a los sacerdotes, con sus críticas asfixiantes, ore por ellos, que son los pregoneros de la Palabra de Dios, y pastores que guían y custodian a la comunidad cristiana católica. Pida pues por ellos.
V. A nuestro Santísimo Padre el Papa, N....
R. Llénalo de tus dones, Señor
V. A los Cardenales y Representantes Pontificios.
R. Dales tu luz, Señor.
V. A los Arzobispos y Obispos.
R. Dales tus gracias, Señor.
V. A los Sacerdotes Párrocos.
R. Dales el celo de tu gloria, Señor.
V. A los Sacerdotes Vicarios.
R. Guíalos, Señor.
V. A los Sacerdotes directores de Seminarios.
R. Ilumínalos, Señor.
V. A los Sacerdotes Religiosos.
R. Perfecciónalos, Señor.
V. A los Sacerdotes Confesores y Directores de Almas.
R. Hazlos dóciles instrumentos del Espíritu Santo.
V. A los Sacerdotes predicadores.
R. Instrúyelos, Señor.
V. A los Sacerdotes Misioneros.
R. Sostenlos, Señor.
V. A los Sacerdotes asistentes de la Acción Católica.
R. Dirígelos en todas sus empresas, Señor.
V. A los Sacerdotes Profesores y Directores de la Juventud.
R. Inflámalos en tu amor, Señor.
V. A los Sacerdotes encargados de los Hospitales.
R. Dales caridad y abnegación, Señor.
V. A los Sacerdotes enfermos.
R. Dales paciencia, Señor.
V. A los Sacerdotes ancianos.
R. Sostenlos, Señor.
V. A los Sacerdotes aislados.
R. Acompáñalos, Señor
V. A los Sacerdotes turbados.
R. Dales la paz, Señor.
V. A los Sacerdotes jóvenes.
R. Cuídalos, Señor.
V. A los Sacerdotes perseguidos y calumniados.
R. Defiéndelos, Señor.
V. A los Sacerdotes en peligro.
R. Líbralos, Señor.
V. A los Sacerdotes tentados.
R. Dales fortaleza, Señor.
V. A los Sacerdotes Difuntos.
R. Dales la Gloria, Señor.
V. A los Seminaristas y Aspirantes al Sacerdocio.
R. Dales la perseverancia en su vocación, Señor.
V. A todos los Sacerdotes.
R. Transfórmalos en ti, Señor.
V. Y que el Espíritu Santo los posea.
R. Y que por ellos renueve la faz de la tierra.
Oremos: Divino Corazón de Jesús, lleno de celo por la gloria del Eterno Padre, te rogamos por todos los Sacerdotes, Señor, llénalos de fe, de celo y de amor. Amén.