San Guarino

Date: 
Sábado, Febrero 6, 2021

ESTE SANTO nació en Bolonia. Desde niño se dio al ayuno y a la oración y no le gustaban las diversiones y ocupaciones de los adolescentes. Contra los deseos de su padre, que deseaba un heredero, decidió hacerse sacerdote y fue debida- mente ordenado. Lamentando la falta de austeridad de sus amigos, se fue alejando cada vez más de su compañía, y pasaba largas horas en oración, en lugares solitarios. Su piedad lo indujo a unirse a los canónigos de San Agustín de la Santa Cruz en Mortaria, y allí progresó aún más en santidad. Sus superiores lo trasladaron a la iglesia de San Frigdiano, donde lo recibieron con veneración, debido a su santidad. Varios años después, regresó a Mortaria donde estuvo algún tiempo. Por aquel entonces quedó vacante una sede episcopal local, y a causa de la gran fama de Guarino, lo eligieron para ella. Estaba tan convencido de su indignidad, que escapó escalando una ventana y se escondió hasta que eligieron a otro; entonces tranquilamente volvió a llevar la vida ordinaria de un monje.

Sin embargo, su fama alcanzó a llegar hasta el Papa Lucio II, que también era natural de Bolonia, y envió a buscar a Guarino, el cual se disculpó, alegando que le faltaba la experiencia y las virtudes requeridas, y que después de vivir cuarenta años en un monasterio temía volver al mundo. El Papa insistió, y en vista de ello, fue a Roma donde lo consagraron para la sede de Praeneste (Palestrina), la cual tenía anexa la dignidad de cardenal. El Papa le dio valiosos regalos y equipo para emplearlos en el desempeño de su nuevo cargo, pero él lo vendió todo y dio a los pobres el producto, con lo que la ciudad entera quedó asombrada y edificada. Guarino estableció su residencia cerca de su iglesia titular, donde pasaba mucho de su tiempo en oración. Al fin, cuando ya era muy anciano, y sintió que la muerte que tanto tiempo había deseado so aproximaba, convocó a su clero a su alrededor y le dirigió su postrera exhortación espiritual. Toda la noche, mientras el santo anciano yacía en su cama extasiado en contemplación, los circunstantes notaron que afuera el cielo estaba lleno de una luz tan vivida, que parecía de día. Luego, en las primeras horas de la mañana, murió tranquilamente.

Butler Alban - Vida de los Santos