Santos Donaciano, Leto y compañeros mártires

Date: 
Lunes, Septiembre 6, 2021

EN EL AÑO de 484, Hunerico, rey arriano de los vándalos, ordenó que todas las iglesias cristianas del África fuesen clausuradas y confiscados los bienes del clero para entregarlos al pueblo africano. Por mandato real, se congregaron los obispos en el palacio y entonces fueron conducidos lejos de la ciudad y se les ordenó que marcharan solos hacia el destierro. Frente a las puertas de la ciudad, el rey Hunerico se encontró con un grupo numeroso de cristianos que habían acudido a protestar por la injusticia. "¡Aplástenlos con los caballos!", dijo a los guardias montados que le seguían; esa fue toda la respuesta que dio a los quejosos. Ahí mismo Donaciano y otros cuatro obispos de la provincia de Bisaseno, fueron brutalmente golpeados y, en estado lamentable, se les condujo al desierto, donde quedaron abandonados para morir de hambre y sed. San Leto, obispo de la Leptis menor, a quien el Martirologio Romano llama "un hombre celoso y muy sabio", y que se había ganado la enemistad de Hunerico por su enérgica oposición al arrianismo, fue encerrado en un calabozo estrecho, oscuro y pestilente, del cual lo sacaron al cabo de dos meses para quemarlo vivo. Estos fueron unos de los primeros mártires de la persecución. La fiesta de estos mártires con el nombre de San Leto a la cabeza, se celebra entre los canónigos regulares de Letrán.

Alban Butler - Vida de los Santos