San Maclovio

Date: 
Lunes, Noviembre 15, 2021

Los HAGIÓGRAFOS medievales cuentan que Maclovio nació en el sur de Gales, cerca de Llancarfan y que se educó en el monasterio del lugar. Cuando terminó sus estudios, sus padres querían que abandonase el monasterio, pero él se negó. Después de pasar algún tiempo escondido en una de las islas del mar de Severn, regresó para recibir la ordenación sacerdotal. Maclovio determinó partir de Inglaterra, tal vez a causa de las grandes epidemias que asolaron al país a mediados del siglo VI. Se embarcó con rumbo a Bretaña, se estableció en la isla donde se encuentra actualmente la población de Saint-Malo y empezó a evangelizar la región de Aleth (Saint-Servan). Construyó iglesias y fundó monasterios, protegió a los pobres contra los abusos de los ricos y convirtió a muchas gentes. Cuando se dirigía de un sitio a otro en sus viajes misionales, solía rezar los salmos en voz alta. San Maclovio se atrajo la hostilidad de algunos personajes. Después de la muerte del jefe que primero le había perseguido y después le había protegido, los enemigos del santo empezaron a levantar cabeza. Maclovio decidió entonces partir. Así pues, se embarcó con treinta y tres monjes, anatematizó solemnemente a sus enemigos desde el navio y empezó a costear hacia el sur. Se estableció en Saintes y pasó ahí varios años, hasta que los habitantes de Aleth enviaron una embajada, pidiéndole que regresase, pues había una gran sequía en toda la región y el pueblo la consideraba como un castigo por la forma en que se había tratado al obispo. San Maclovio hizo un viaje a Aleth y, en cuanto llegó, se desató un copioso aguacero. Sin em- bargo, el santo no se quedó ahí, sino que emprendió el viaje de vuelta a Saintes y falleció en el curso del mismo.

Los biógrafos de San Maclovio refieren un buen número de leyendas y milagros inverosímiles. En particular, afirman que, siguiendo el ejemplo de San Brendano, partió en busca de la fabulosa isla de los Santos y que celebró la Pascua sobre el lomo de una ballena.

Alban Butler - Vida de los Santos