DOMINGO DE RAMOS: LA MUERTE DE JESUCRISTO NOS ENSEÑA A VIVIR PLENAMENTE NUESTRA MUERTE PARA ENGENDRAR VIDA (Mc. 14, 1-15, 47).
La entrada de Jesús en Jerusalén, que inaugura su Pascua inicia con una explosión de aclamaciones, en donde se unen el grito de ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!, y la expresión más profunda del dolor humano manifestada por Jesucristo: ¿Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado l?, estas expresiones aparentemente contradictorias expresan la más completa realidad de nuestro ser humano elevado a la categoría de lo divino, por Jesucristo. Pues por un lado, hoy celebramos un día de agradecimiento por la entrada del Hijo de David en Jerusalén.
Historial de Catequesis
"Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre"
Con este quinto domingo se abre la última etapa del itinerario cuaresmal. Seguimos acercándonos al sentido de la Semana Santa, celebración pascual que condensa la vida y la liturgia cristianas.
"Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él".
Dios, preocupado por la vida, por el mundo
"El celo de tu casa me devora"
Jesucristo, el verdadero templo
"Este es mi Hijo amado; escuchadlo"
Lectura del libro del Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18