El Adviento: Tiempo para construir la paz

de Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco

06 de Diciembre de 2015

Los saludo a todos con mucho cariño: “Que Jesucristo, rostro misericordioso del Padre, esté con todos ustedes”. Hoy Celebramos el II Domingo de Adviento, y con él, avanzamos cada vez más al encuentro con Jesucristo que quiere nacer en nuestros corazones. Invito a todos a disponer nuestro espíritu para celebrar con gran alegría la Navidad, siguiendo el ejemplo de María, nuestra Madre.

EL ADVIENTO: TIEMPO PARA CONSTRUIR LA PAZ

Con el inicio del Tiempo de Adviento, iniciamos también una nueva oportunidad para seguir trabajando incansablemente por la Paz. Es fundamental que cada día hagamos el compromiso de preparar el camino al Señor que viene a salvarnos, un camino de paz y oración.

Si bien es cierto que la tarea de proveer seguridad compete al Estado, como Iglesia queremos contribuir en el proceso de construcción de paz y así lograr transformaciones de fondo. Al paradigma de paz que promueve el Gobierno del Estado para lograr la seguridad ciudadana, que implica el cuidado de la persona en su integridad física y en sus bienes, se propone el concepto de seguridad humana, que presupone, además de cuidar a las personas y sus propiedades, generar las condiciones de desarrollo que les garanticen sentirse libres del miedo y libres para buscar la satisfacción de sus necesidades.

La Iglesia en México, y de una manera muy particular en Acapulco, ha vivido muy de cerca esta emergencia y, a través de sus sacerdotes y sus comunidades, ha acompañado a las víctimas directas e indirectas de la violencia y la inseguridad. Mediante la presencia, la escucha, la solidaridad y la invitación a la esperanza ha prestado un servicio humanitario y de fe a los hermanos que han sido tocados más de cerca por esta ola de muerte y destrucción. En este adviento renovará el compromiso de seguir atendiendo a las víctimas, a los jóvenes y a las mujeres víctimas de la violencia.

También el Evangelio y la persona de Cristo iluminan nuestra cruenta realidad y nos llaman a todos los guerrerenses y mexicanos a que nos convirtamos sinceramente en mensajeros y constructores de la paz. Invito a todos para que durante el Adviento dejemos que la gracia de Cristo transforme nuestro corazón y continuemos trabajando y emprendiendo acciones que favorezcan la construcción de la Paz y la atención a las víctimas de la violencia. Que cada día del Adviento sea una oportunidad para seguir anunciando a Cristo, su Evangelio y su Mensaje de Paz.

LA TOLERANCIA Y EL DIALOGO: FUNDAMENTALES PARA LA PAZ

El lunes 30 de Noviembre tuve la oportunidad de participar en el X Aniversario del Consejo Interreligioso de Guerrero, en el contexto del Día Internacional de la Tolerancia, donde estuvieron presentes distintas personalidades de Gobierno, Ministros de Culto y fieles de los diversos credos.

El Consejo Interreligioso de Guerrero garantiza la libertad religiosa y la Tolerancia entre los miembros de las distintas iglesias. Sin embargo, profundizando en el tema de la Tolerancia, comprendemos que es un valor que debemos cultivar en todos los ámbitos y en los lugares donde nos desenvolvemos. Para ello, es fundamental entender que nos pide diálogo y escucha, o sea, que además de presentar nuestras propuestas o iniciativas, también escuchemos lo que nos presentan los demás.

La tolerancia es el cimiento más firme de la paz y la reconciliación y nunca ha tenido tanta importancia como en esta época, en la que vivimos cambios vertiginosos. Ella debe ser una de nuestras herramientas para crear a través de las distintas mesas de diálogo, la tan anhelada paz entre nuestros pueblos y encontrar solución a los distintos conflictos que aquejan a nuestro Estado, al país y al mundo.

La tolerancia debe aprenderse desde la infancia y la tienen que favorecer y amparar los Estados. Esto contribuiría a un mundo más justo, sin violencia y sin discriminación. Los esfuerzos para promover la tolerancia a través de la educación sólo tendrán éxito si se aplican a todos los grupos en todos los entornos: en casa, en la escuela, en el lugar de trabajo, en el entrenamiento de las fuerzas del orden, en el ámbito cultural y en los medios sociales.

Invito a todos para que nos esforcemos por tener la convicción y la actitud de la tolerancia en nuestra vida, enseñarla a nuestros hijos, y transmitirla a quienes nos rodean. Así podremos ayudar en gran medida a crear las condiciones para que se dé el diálogo, el perdón y la reconciliación entre todos.

Con mi oración, cariño y bendición.

En Cristo, nuestra Paz