La oración es lo que transforma

de Enrique Díaz Díaz
Obispo Coadjutor de San Cristóbal de las Casas

12 Enero

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1Sm 1, 9-20: “El Señor se acordó de Ana y de su oración, y ella dio a luz a Samuel”, Interleccional 1Sm 2: “Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador”, San Marcos 1, 21-28: “No enseñaba como los escribas sino como quien tiene autoridad”

Hoy nos presenta la liturgia dos lecturas que nos llevan a actitudes muy humanas, pero al mismo tiempo también a tener una gran confianza en Dios. En la primera lectura nos presenta el libro de Samuel a Ana, mujer estéril que sufre las burlas de su rival, haciendo una oración confiada: “Señor, mira la aflicción de tu sierva y acuérdate de mi”. Lo hace insistentemente, sin parar de mover los labios. Esto confunde al sacerdote Elí que piensa que se ha embriagado. Cuando reconoce el dolor y la plegaria de aquella mujer, le concede también una bendición.

La oración, la confianza en el Señor, más que las venganzas y los rencores, son actitudes del creyente que lo llevan a cambiar las situaciones de crisis y de dificultad. El Señor le concede un hijo a Ana, que será Samuel hombre muy importante dentro del profetismo de Israel. En cambio San Marcos, que en el pasaje de ayer nos presentaba a Jesús iniciando su ministerio, hoy continúa con las primeras acciones de Jesús. Su predicación y su enseñanza no son como la de los escribas, sino que enseña como quien tiene autoridad. Esta autoridad se ve respaldada por la expulsión de un espíritu inmundo. Jesús no puede pasar indiferente ante el dolor y miseria humana. Así desde el inicio se nos presenta la gran tarea que tiene Jesús: anunciar y liberar. Jesús realiza esta curación en sábado y en la sinagoga para indicarnos que se ha superado la legislación judía y que más allá de la ley está la dignidad y el respeto de la persona y su verdadera liberación.

De la mano de San Marcos acerquémonos a Jesús y descubramos ese nuevo espíritu que nos ofrece, que viene a liberarnos y enseñarnos una nueva forma de vivir. Hoy nos quedan estas preguntas: ¿Cómo hacemos nuestra oración? y ¿Cómo recibimos esta palabra de Jesús?