El tiempo pascual renueva y revitaliza la esperanza

de Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco

Acapulco, Gro., a 03 de Abril de 2016

Comunicado

EL TIEMPO PASCUAL RENUEVA Y REVITALIZA LA ESPERANZA

Estamos celebrando el tiempo pascual, tiempo central en la Liturgia de la Iglesia católica, por la importancia y la relevancia que tiene en la vida cristiana y en la evangelización. La Pascua de Jesús es el centro mismo de nuestra fe porque el seguimiento de Jesús se arraiga en ese misterio: morir con Cristo para resucitar con El. De hecho la Pascua representa un estilo de vida que nos da una identidad centrada en el Señor muerto y resucitado. El sufrimiento y el dolor de la pasión y muerte tienen un sentido redentor y liberador por la resurrección de Cristo.

El verdadero espíritu pascual sostiene, en todo tiempo y, sobre todo en tiempos difíciles, la esperanza que revitaliza a los cristianos con la victoria de Jesús sobre la muerte y sobre el pecado en todas sus expresiones. Esta esperanza nos abre horizontes nuevos cuando se cierran los caminos hacia la paz y la justicia y nos mantiene en la fe de que el Señor está escribiendo la historia a pesar de que las tendencias de los acontecimientos parezcan orientarse hacia el fracaso. La victoria de Cristo se inscribe en el corazón de las historias humanas, las pequeñas y las grandes, y nos libera del pesimismo y de la desesperanza.

En la Pascua y, durante todo el tiempo de la Pascua, las comunidades cristianas tienen una oportunidad extraordinaria para fortalecer la esperanza de cada uno de sus miembros, sobre todo, de aquéllos que han sido probados por la pobreza o por la violencia y de aquellos que luchan por la justicia y trabajan por la paz. En el contexto actual no es fácil mantenerse en la fidelidad de la fe y en el sendero de la construcción de la paz y, por ello, el recurso a la esperanza que surge del misterio del Resucitado, es formidable. Este tiempo pascual es ocasión para fortalecer y renovar las energías de esperanza que la fe en Dios y su Espíritu nos comunica, de manera que durante todo el año nos impulsen a cumplir con nuestra misión eclesial de discípulos y misioneros.

FORTALECER LA SOCIEDAD ANTE LA SITUACIÓN DE EMERGENCIA POR LA VIOLENCIA.

En las últimas semanas se ha recrudecido la situación crítica de violencia e inseguridad en Acapulco. Se habla de al menos 42 ejecuciones en la semana santa, tan solo en Acapulco. Ante esta situación, urgen acciones de emergencia, tanto del Estado como de la sociedad civil para disminuir los riesgos de pérdidas de vidas y del patrimonio de las personas, mediante la intervención oportuna de la seguridad pública para asegurar las elementales condiciones de confianza y seguridad en la vida cotidiana de la población.

Pero, al mismo tiempo, es importante tomar otras medidas de prevención y de desarrollo en todo el estado de Guerrero y Acapulco. Me refiero a la necesidad de poner las condiciones que sean necesarias para re-establecer la seguridad de una forma estable y permanente para que la inestabilidad social no diezme a las comunidades o las mantenga en la zozobra. Hay que buscar la manera de fortalecer a las comunidades para que tengan la capacidad de colaborar de manera consciente y libre en su desarrollo. Que donde han recurrido al cultivo de estupefacientes encuentren alternativas de producción, que haya acceso a la salud, a la educación, al empleo y a la alimentación para todos.

Estas condiciones básicas pueden ser los puntos de partida para fortalecer el desarrollo de los pueblos y de las familias, que les den capacidad para participar en acciones de seguridad y de construcción de la paz de acuerdo a las circunstancias de cada lugar. Es necesaria la colaboración entre el gobierno, las instituciones públicas y la sociedad civil para construir condiciones que superen las confrontaciones y den paso al diálogo y a un clima de cooperación para la paz.