de José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

Mayo 22 de 2016

Cuánto ha dañado al país y a Oaxaca el grave deterioro de la política, de la educación, economía y de la justicia envenenando su sentido y finalidad. El egoísmo y la soberbia nos han llevado a la epidemia de la corrupción en todos los niveles, a la mala educación, a la violencia generalizada cada vez más agresiva. Los rostros ahí están: injusticia social, pobreza, divisiones y enfrentamientos, miles condenados a una vida sin educación de calidad, sin trabajo estable y remunerado, extorsiones, secuestros y muertes. Por décadas, varias generaciones hemos sufrido estos daños.

La corrupción generalizada, la violencia y la mala educación son el cimiento y pilares que sostienen a personas y grupos que solo buscan sus intereses impulsados por su ambición al dinero o al poder; es la tierra fértil para la injusticia social. Así, el acceso a puestos de trabajo y a servicios públicos se da más por las llamadas "mordidas" que por la capacidad y perfil adecuado; escuchamos que en tiempos de elecciones es palpable la compra de votos, la coacción, reparto de despensas y otros materiales. Es como barril sin fondo que devora y vuelve casi inútil los frutos del trabajo honesto de la mayoría.

Esta situación no puede seguir así. Nos urge a todos y a cada uno revisarnos e impulsar procesos de cambio de fondo; un esfuerzo de todos para abonar al bien común, desde cada familia y comunidad, desde la trinchera del trabajo o servicio de cada uno. Cuánto pueden abonar las mujeres y los jóvenes, los campesinos, comerciantes, los empresarios, prestadores de servicios, empleados públicos, las organizaciones civiles y laborales. Es el camino seguro para alcanzar la justicia y la paz social; asumir esta tarea es dar pasos firmes hacia la responsabilidad ciudadana y a la auténtica democracia.

A gobernantes, autoridades, partidos políticos, líderes sociales y MCS pedimos y exhortamos: en todos los rincones de nuestro Estado queremos elecciones responsables, solución de raíz de los conflictos sociales que más nos dañan y un fin de curso en las aulas y en paz; en buena parte de ustedes depende. De los candidatos esperamos, más que promesas y compromisos que no tocan el fondo de las necesidades apremiantes y de lo que más nos daña, que hagan el compromiso público ante notario, antes del 5 de Junio, de asumir las leyes de transparencia, anticorrupción y la iniciativa 3 de 3. Sería garantía que un organismo ciudadano, confiable y reconocido de seguimiento a su cumplimiento.

Felicitamos a la mayor parte de los maestros que con su trabajo desde las aulas muestran ya su disponibilidad y compromiso de abonar por un Oaxaca mejor.

A los católicos recordamos que nuestra aportación más constructiva al bien común será promoviendo desde la familia una conversión sincera desde corazón que comporta: 1- Fortalecer procesos de educación en la fe hasta adquirir convicciones concretas y sólidas para la vida según la situación de cada creyente y comunidad; 2- Proyectar estas convicciones de vida más allá del templo y de la familia: en las relaciones con las demás personas, en todo trabajo, profesión o servicio. Proyectar la vida de fe en la sociedad es deber de toda persona que cree en Dios; de aquí la urgencia de ejercitamos hasta adquirir los valores de la verdad, respeto, unidad, justicia y bien común entre otros; es la coherencia y testimonio de vida que como luz y fermento atrae y mueve hacia otra manera más auténtica de vivir.

Ante la situación que daña cada vez más la vida y la familia desde diferentes frentes e instancias y amenaza agravarse, los creyentes confiamos en la misericordia de Dios; Él no nos abandona y puede llevarnos de la mano para impulsar los cambios que más necesitamos y anhelamos, solo espera nos pongamos en camino de conversión del corazón desde la familia. En este sentido invitamos a todos los sacerdotes, religiosas, seminaristas y fieles laicos de nuestra ciudad para que el Jueves de Corpus realicemos nuestra procesión anual con esta intención; sea una súplica confiada y homenaje público a Jesús Sacramentado para que nos mueva a abonar a la unidad, a reconciliación y paz social especialmente en este contexto agravado por las elecciones.

Pido a los sacerdotes, agentes de pastoral, asociaciones y movimientos que la celebración parroquial y de las comunidades del Corpus este año, se promueva y celebre con esta intención en el día y hora más oportuna según su costumbre. En la ciudad de Oaxaca iniciaremos a las 5.00 de la tarde con la solemne Concelebración Eucarística en el templo de Santo Domingo para continuar luego con la procesión; pedimos vengan preparados con paraguas o impermeable; aunque llueva, no suprimiremos nuestra procesión; sea una súplica fortalecida con el sacrificio. Hoy hemos pedido de manera especial por todos los maestros en su jubileo.