Doce gestos de misericordia

de Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco

3 de Julio de 2016

Les saludo a todos con mucho cariño en Cristo, nuestra Paz: “El Señor esté con ustedes”. Hoy celebramos el 14° Domingo del Tiempo Ordinario que nos invita a ser verdaderos discípulos. El discípulo permanece en actitud de escucha, incluso en un tiempo como el nuestro, donde hay tantas distracciones y conflictos. Al contemplar a Marta y María, vemos la diferencia entre hacer apostolados y ser apóstol, ser discípulo. Aprendamos a combinar ambas actitudes en nuestra vida para llenarnos del Señor y llevarlo a los demás.

DOCE GESTOS DE MISERICORDIA

México y Guerrero han sufrido el grave problema de la violencia en sus diversas manifestaciones, lo que ha generado en la población un sinfín de afectaciones mentales, conductuales, psicosociales y físicas. Nos toca a todos y a todas desde nuestro ámbito de incidencia atender a las víctimas para sanarlas, consolarlas y acompañarlas vinculados con diversos organismos.

En el pasado Encuentro Provincial de Pastoral con el Lema: “Paz y Misericordia”, los Obispos de Guerrero propusimos doce gestos de misericordia que nos ayudarán a enfrentar los problemas que vive nuestra sociedad, tales como la violencia, la desigualdad, la pobreza, la violación a los Derechos Humanos, el narcotráfico, los migrantes y la corrupción y la impunidad, temas lacerantes pero que necesitan de nuestro compromiso y conversión para erradicarlos.

Estos Doce Gestos de Misericordia que estarán dirigidos principalmente a las Víctimas de las Violencias en México como una imagen del Jesús que se acerca a sanar y a enviar se expresan como tres modos: Promoción de una cultura de escucha, acompañamiento a las víctimas de las violencias y atención a las causas de las violencias. Pueden impulsarse a nivel diocesano y parroquial, personal y comunitario, tanto los sacerdotes diocesanos como los miembros de la vida consagrada y los hermanos laicos.

En la Promoción de una cultura de la escucha señalamos: 1) Visitar a los descartados y no escuchados por la sociedad, 2) Promover el examen de conciencia y 3) Promover la lectura de la Palabra de Dios en familia. En el Acompañamiento a las víctimas de las violencias y sus familiares son gestos de misericordia: 4) Jornadas de oración por la Paz, 5) Cercanía y escucha empática con víctimas y familiares, 6) Encuentro del Obispo con familiares de las víctimas de las violencias y 7) Sumarse a los esfuerzo por encontrar a los desaparecidos. En la Atención a las causas de la violencia en México mencionamos: 8) Recuperar el significado de las fiestas religiosas, 9) Celebraciones de reconciliación en familia, 10) Impulsar una pastoral educativa para la buena convivencia, 11) Conocer y promover economías que dignifican y 12) Promover la organización territorial y comunitaria.

Ante las diversas manifestaciones de violencia, “No perdamos la esperanza”, pues para quienes somos hombres y mujeres de fe, sabemos que aun cuando nos vemos sumergidos en la oscuridad del dolor, para nosotros siempre brilla la luz de la fe en Cristo que disipa las tinieblas del sufrimiento humano y da sentido al mismo. Sólo en Cristo podemos iniciar un proceso pausado, gradual, sostenido, pero lo creemos indispensable para construir la Paz que tanto necesitamos.

6 AÑOS DE SER CONSTRUCTORES DE PAZ EN ACAPULCO

El 7 de Junio del 2010 el Papa Benedicto XVI me nombró Arzobispo de Acapulco y recibí de sus manos el Palio Arzobispal en la Ciudad de Roma el 29 de Junio, tomando posesión de la Arquidiócesis de Acapulco el 22 de Julio de 2010. Desde entonces, con mucha ilusión y la fe puesta en el Señor me he esforzado por acompañar a mi pueblo y responder a las exigencias de nuestro tiempo.

Mi ministerio Pastoral ha estado enfocado en la Construcción de la Paz, procurando diseñar un proyecto piloto que pudiera iluminar a las demás Diócesis de la Iglesia Católica en México. Mi lema Episcopal: “Cristo es nuestra Paz” refleja mi anhelo con el que he querido llevar a cabo la misión evangelizadora, que empuja a implementar acciones que pongan en práctica las cinco líneas propuestas por el Episcopado Mexicano para la Construcción de la Paz: la constante oración por la paz, una campaña mediática por la paz en la que se busque transmitir mensajes de Paz a través de los medios, el acercamiento a los jóvenes en los lugares y en las condiciones en que se encuentran, el compromiso de acompañar y atender a las víctimas de las violencias, y la animación de los diálogos sociales en los que los diferentes sectores de la sociedad se encuentren y compartan sus sentimientos y sus pensamientos, sus propuestas y proyectos con el fin de que la sociedad civil se fortalezca y tenga una participación activa.

Con el empeño de animar y favorecer los procesos que ayuden a la construcción de la Paz, me he esforzado por contribuir a crear la conciencia de que: La paz tiene que ser una construcción social, que implique la justicia, la verdad, el perdón y la reconciliación. Gracias a. Dios el próximo 25 de Julio cumpliré 20 años de Obispo, por ello, al acercarse estas fechas tan importantes en mi vida y ministerio quiero encomendarme a sus oraciones para seguir respondiendo con generosidad a mi vocación respondiendo a las exigencias del evangelio.

Con mi oración, cariño y bendición.
En Cristo, nuestra Paz