Una de las grandes riquezas con las que contamos en el mundo, es la experiencia de los hermanos mayores, de nuestros abuelos y abuelas. Hombres y mujeres que han vivido y que tiene mucho que compartir con las nuevas generaciones.

En esta día, en que los celebramos de manera especial, quiero invitar a la comunidad para que valoremos el esfuerzo y la dedicación con la que han trabajado a lo largo de su vida, imprimiendo un sello especial a su caminar por este mundo.

Es necesario que aprendamos a escucharlos y agradezcamos el que podamos contar con ellos. La sabiduría de los adultos mayores, es una bendición que ayuda al mejor desarrollo de la familia y de la sociedad.

Al respecto, el Papa Francisco ha dicho: “la memoria de nuestros antepasados nos lleva a la imitación de la fe… la sabiduría que tiene nuestros abuelos es la herencia que nosotros debemos recibir. Un pueblo que no cuida a los abuelos, un pueblo que no respeta a los abuelos, no tiene futuro, porque no tiene memoria”.

Felicito a todos los hermanos mayores en su día, e invito, particularmente, a los jóvenes y a los niños para que se acerquen a ellos y les dediquen un tiempo, ya que en ellos reside una gracia especial que mucho bien les hará.

Asimismo, deseo invitar a toda la comunidad para que nos unamos a la celebración de la Segunda Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el jueves 1 de septiembre, convocada por el Papa Francisco.

Este año el título es: “Tratemos con misericordia nuestra casa común”, en conformidad con la celebración de este año jubilar de la misericordia.

Pido a los sacerdotes tengan una particular intención en las celebraciones de ese día, y dispongan, junto a los fieles de la comunidad, una celebración especial durante el “Tiempo para la Creación”, entre el 1 de septiembre y el 4 de octubre, que podría ser una Hora Santa, dedicada a la gratitud y a la reflexión sobre el compromiso que tenemos de cuidar el maravilloso regalo de la creación.

Finalmente, convoco a la comunidad para participar de las ordenaciones diaconales que celebraré el próximo sábado 3 de septiembre, a las 10:00 a.m., en la Basílica de Nuestra Señora del Roble.