EN LA SENCILLEZ DE LA ORACIÓN

2012-04-15 Ciudad Obregón

Procedente de Castelgandolfo —donde estaba desde la tarde del domingo de Pascua—, Benedicto XVI regresó al final del viernes 13 de abril al Vaticano. El Papa adelantó cuarenta y ocho horas su vuelta para recibir a su hermano, monseñor Georg Ratzinger, quien pasará con él los próximos días de celebraciones particularmente significativas: el 85 cumpleaños, el lunes 16; el séptimo aniversario de la elección como sucesor del apóstol Pedro, el jueves 19, y el del solemne inicio del pontificado, el martes 24.

Y es precisamente en la sencillez de la oración diaria como “La Diócesis de Ciudad Obregón” se une a sus lectores y a muchísimas otras personas en todo el mundo —mujeres y hombres, también más allá de diversidades religiosas— en el deseo de un feliz cumpleaños a Benedicto XVI. Quien cree jamás está solo, ama repetir el Papa, expresando con esta frase la realidad misteriosa e invisible, pero no por ello menos verdadera, de la comunión de los santos. Y Benedicto XVI ciertamente no está solo, porque le rodea el afecto de personas próximas y lejanas y la amistad de los santos: ad multos annos, beatissime pater, ad multos et felicissimos annos!