La Esperanza Cristiana

Papa: 
Francisco

Queridos hermanos:

En la catequesis de hoy hemos considerado cómo la esperanza cristiana está abierta a la novedad más grande, porque está abierta a Dios que sabe crear siempre cosas nuevas y sorprendentes en nuestra vida y en la historia.

La Biblia nos muestra que el camino del creyente tiene una meta y un sentido. Es la Jerusalén del Cielo, donde nos espera lleno de ternura para enjugar nuestras lágrimas y darnos descanso en nuestras luchas y fatigas. Frente a tanto sufrimiento en el mundo, a tantos niños que sufren por la guerra, al llanto de las madres, a los sueños rotos de tantos jóvenes, a las penurias de tantos refugiados, la esperanza cristiana nos asegura que tenemos un Padre; tenemos un Padre que llora y se apiada de sus hijos, que nos espera para consolarnos, porque conoce nuestros sufrimientos y ha preparado para nosotros un futuro distinto.

La esperanza nos lleva a creer con firmeza que la muerte y el odio no tienen la última palabra. Que el mal al final será eliminado como la cizaña del campo. Y, sobre todo, nos da a Jesucristo que nos acompaña y consuela en nuestro camino.