DE BABEL A LA UNIDAD

2012-05-28 L’Osservatore Romano
«A la dispersión de Babel se contrapone la unidad de Pentecostés». Así recordó Benedicto XVI la  «verdad perenne» del relato bíblico que describe el intento de los hombres de «ser como Dios» construyendo ellos solos un camino hacia el cielo.

En la homilía de la misa presidida en la basílica vaticana el domingo 27 de mayo, solemnidad de Pentecostés, el Papa se dijo convencido que también en este tiempo, marcado por enormes progresos en el campo de la comunicación y de la ciencia, «estamos reviviendo la misma experiencia de Babel». El Pontífice reconoció diversas y preocupantes señales. «Permanecen desequilibrios —dijo— que no raramente llevan a conflictos; el diálogo entre las generaciones se hace complicado y a veces prevalece la contraposición; asistimos a hechos cotidianos en los que nos parece que los hombres están volviéndose más agresivos y más huraños». En esta situación, añadió, «rezar a Dios parece algo anticuado, inútil», mientras entre las personas aparece difundido «un sentido de desconfianza, de sospecha, de temor».

¿Cuál es entonces el camino para recuperar «la capacidad de acordarse, de entenderse y de actuar juntos»? La respuesta, aseguró el Papa, «la encontramos en la Sagrada Escritura: la unidad sólo puede estar con el don del Espíritu de Dios, el cual nos dará un corazón nuevo y una lengua nueva, una capacidad nueva de comunicar». Esto significa que «actuar como cristianos no significa estar cerrados en el propio “yo”, sino orientarse hacia el todo; significa acoger en uno mismo a la Iglesia en su conjunto», rechazando «la tendencia a dominar sobre los demás» y eligiendo «la alegría del servicio desinteresado».

Al final de la misa, antes de la oración del Regina caeli, el Pontífice anunció que el próximo 7 de octubre proclamará doctores de la Iglesia a san Juan de Ávila y a santa Hildegarda de Bingen.