A todos los hermanos y hermanas de nuestra Iglesia Diocesana:
Las necesidades de los hombres y mujeres de nuestro mundo son especialmente atendidas eficazmente por el Santo Padre; ante una necesidad del mundo, él es el primero que de palabra nos exhorta a ver el rostro de Jesucristo en el más necesitado y quien con acciones concretas, quiere ser el primero en mostrar la mano solidaria de la Iglesia.
Una tradición de la Iglesia que tiene origen en el Evangelio (Lc 10,7) y en las enseñanzas de de los Apóstoles (1Co 9, 11) (Cf. Carta de Juan Pablo II al Cardenal Secretario de Estado, 20 de noviembre de 1982) es la colecta del Óbolo de San Pedro. Con ella ayudamos al Santo Padre Benedicto XVI a continuar sus obras de caridad en todo el mundo, apoyando a las necesidades materiales de diócesis pobres, institutos religiosos y fieles en dificultad (pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de guerra y desastres naturales; ayudas particulares a Obispos o Diócesis necesitadas, para la educación católica, a prófugos y emigrantes, etc.).
Por consiguiente, como diócesis, apoyemos eficazmente al Santo Padre con la colecta del próximo domingo 8 de julio y su producto íntegro lo dedicaremos para este fin.
Teniéndoles siempre presente ante el Señor y agradeciéndoles profundamente su generosidad, les imparto mi bendición.
Dado en la sala de Gobierno Pastoral de la Diócesis de Ciudad Obregón del Sagrado Corazón de Jesús, el día dieciocho de junio del Año del Señor Dos mil doce.
Obispo de Ciudad Obregón
Pbro. Federico Espinoza Ramos
Canciller Secretario