LA RELIGIÓN NO PUEDE SER PRETEXTO PARA LOS CONFLICTOS

2012-07-15 L’Osservatore Romano
Abuja, 14..
«La religión jamás debería utilizarse como pretexto para un conflicto»: en estas palabras se condensa el llamamiento lanzado en un informe difundido por líderes cristianos y musulmanes respecto a las violencias en Nigeria. El secretario general del World Council of Churches (Wcc), Olav Fykse Tveit, junto al príncipe jordano Ghazi bin Muhammad, presidente del Royal Aal al-Bayt Institute for Islamic Thought  —y también consejero y enviado personal del rey Abdallah Ibn Husayn de Jordania— encabezaron dos delegaciones en una visita conjunta del 22 al 26 de mayo al país africano. El 12 de julio se publicó un detallado informe de la visita. Los líderes afirmaron especialmente su compromiso de trabajar para la reconciliación en Nigeria donde los continuos ataques contra los cristianos perpetrados por la secta Boko Haram amenazan con alimentar un clima de tensión de resultados imprevisibles.

Las delegaciones —cada una compuesta por seis representantes— incluían por parte cristiana, entre otros, al arzobispo anglicano de Dublín, Michael Jackson, y a la coordinadora del African Women of Faith Network, Cecile Tshibanda; y por parte musulmana al imán Hussein Hasan Abakar, presidente del Higher Council for Islamic Affairs en Chad, y al secretario general del African Council for Religious Leaders, Mustafa Ali. Además, se añade, otros líderes religiosos en Nigeria acompañaron «amablemente» la visita de los delegados, entre los cuales el arzobispo católico de Abuja, John Olorunfemi Onaiyekan, copresidente del African Council of Religious Leaders.

En el informe se observa que «existe la posibilidad de que las tensiones y los conflictos actuales puedan ser absorbidos por su dimensión religiosa» especialmente a lo largo de la middle belt, la «línea geográfica de tensión religiosa», de la cual forma parte el Estado de Plateau, el área de Nigeria central que limita con el sur, de mayoría cristiana, y el norte, en gran parte musulmán. Precisamente en el Estado de Plateau se registraron las últimas masacres, causadas por antiguas rivalidades entre criadores musulmanes de etnia Fulani y los agricultores cristianos de etnia Birom. Sin embargo, el informe destaca que, «aunque en Nigeria se registran las peores violencias entre los dos credos desde los tiempos de la guerra bosnia de 1992 a 1995, sus causas profundas van más allá de la religión». En particular se citan “corrupción, mal gobierno, disputas territoriales, falta de ayudas a las víctimas y de castigo para los autores de las masacres» como fuentes de tensión especialmente en la middle belt.

Los delegados se encontraron con funcionarios gubernamentales, líderes religiosos, jefes tradicionales y con las familias de las víctimas de violencia para tener un conocimiento directo de la situación.