Escrito por Mons. Rogelio Cabrera López
Las vacaciones han llegado y es la oportunidad de acrecentar las buenas relaciones, especialmente en casa.
Los padres tendrán la oportunidad de convivir con sus hijos, de seguirlos conociendo, y aprendiendo de ellos. Aun cuando, se les proponga que asistan a cursos de verano, no se pierda la oportunidad de convertirse en maestros de virtudes.
Qué bueno será que en casa se les siga enseñando a los hijos el sentido de la responsabilidad y el orden. Que sean buenos administradores de su tiempo, los niños se están formando y vale la pena que vean ejemplos muy claros en su casa.
No tengan miedo los papás de entablar diálogo con sus hijos. El sentido de familia se verá más fortalecido en la medida que se aprenda a compartir.
Arzobispo de Tuxtla