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Presbítero maltés, promotor del laicado.
Fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana, para el apostolado de la catequesis.
Martirologio Romano: En La Valetta, capital de la isla de Malta, beato Jorge Preca, presbítero, que se entregó amorosamente a la formación catequética de los niños y fundó la Sociedad de la Doctrina Cristiana, cuya misión es ser testigos de la Palabra de Dios y propagarla.
Etimología: Jorge = Aquel que trabaja la tierra, es de origen griego
Nació en La Valletta, Malta, el 12 de febrero de 1880. El 17 de febrero fue bautizado en la iglesia parroquial de la Santísima Virgen María de Puerto Salvo.
En 1888 la familia se trasladó a la ciudad comercial de Hamrun —poco distante de La Valletta—, en cuya iglesia parroquial recibió la Confirmación y la primera Comunión.
Terminado el bachillerato, entró al seminario. Era muy apreciado por sus compañeros, a los que solía hacer breves reflexiones espirituales. Especialmente marcaron su vida, como una meta y una misión, las palabras que le dirigió un día su confesor y director espiritual: "Dios te ha elegido para enseñar a su pueblo".
Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1906. Durante algunas semanas sólo salió de casa para celebrar la santa misa; el resto del tiempo lo pasaba en oración y contemplación.
Algunos lo definieron "el san Felipe Neri de Malta". Se propuso como objetivo principal de su vida preparar a los jóvenes para que ellos a su vez dieran la necesaria formación religiosa a los demás. Recién ordenado sacerdote comenzó a reunirse con algunos jóvenes de Hamrun para formarlos en la lectura de la sagrada Escritura. Así nació, en marzo de 1907, la "Sociedad de la Doctrina Cristiana".
Al inicio, don Jorge llamó a su asociación "Societas Papiduum et Papidissarum", pues quería que tuvieran una devoción filial al Vicario de Cristo. Pero luego, escogió como nombre Museum —museo para conservar la palabra de Dios—, palabra que el siervo de Dios convirtió en un acróstico: Magister, utinam sequatur Evangelium universus mundus, es decir: "Maestro, ojalá que todo el mundo siga el Evangelio". Ese fue el gran anhelo que impulsó a don Jorge a lo largo de toda su vida.
En el año 1910 se inauguró la sección femenina. Con el paso del tiempo se fue definiendo la fisonomía de la Sociedad: laicos, trabajadores, célibes, totalmente entregados al apostolado de la catequesis, tanto de niños como de adultos, una vida de gran disciplina, modestia en el vestido, una serie de oraciones para rezar de memoria cada cuarto de hora ("El reloj del Museum"), una hora de catequesis cada día en centros abiertos en casi todas las parroquias de las islas maltesas, y luego una hora de formación permanente.
La Sociedad atravesó momentos de dificultad y prueba. En 1909 don Jorge recibió la orden de cerrar todos los centros, y obedeció sin quejas. Ante las protestas de los párrocos el obispo revocó la orden. En los años 1914-1915 aparecieron en los periódicos de Malta artículos infamantes contra la Sociedad, pero don Jorge pidió a todos los socios que los aceptaran con mansedumbre y serenidad.
La erección canónica de la Sociedad de la Doctrina Cristiana tuvo lugar el 12 de abril de 1932. Durante la segunda guerra mundial se desarrolló, desempeñando su actividad en casi todas las parroquias de las islas de Malta y de Gozo.
Don Jorge se prodigó como apóstol del Evangelio. Escribió numerosos libros de dogmática, ascética y moral. Pero sobre todo destacó por la divulgación de la palabra de Dios, traducida al maltés, presentada en textos breves, fáciles de memorizar, o en libritos de meditación.
Como consejero y director espiritual, brilló por su prudencia y sabiduría. Mucha gente acudía a él para recibir una palabra de consuelo y aliento.
Fue también gran apóstol del misterio de la Encarnación. Propagó la devoción a las palabras "Verbum Dei caro factum est" (Jn 1, 14), estableciendo que los miembros de la Sociedad las tomaran como lema. Y les pidió que, la víspera de Navidad, organizaran en cada aldea una celebración en honor de Jesús Niño.
En los momentos de prueba se encomendó totalmente a la protección de la Virgen. El 21 de julio de 1918 se inscribió en la Tercera Orden Carmelitana, eligiendo, al profesar, el nombre de fray Franco. Además, quiso que todos los socios, y los niños que frecuentaban sus secciones, llevaran el escapulario del Carmen. Tuvo una devoción particular a la Virgen del Buen Consejo y divulgó con empeño la medalla milagrosa.
En 1952 la Sociedad comenzó su apostolado fuera de Malta: cinco miembros fueron enviados a Australia. Hoy tiene centros en Inglaterra, Albania, Kenia, Sudán y Perú.
Después de una vida de entrega total al apostolado, don Jorge murió, con fama de santidad, el 26 de julio de 1962 en su casa en Santa Venera, Malta.
El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 9 de mayo de 2001 en Malta.
El Papa Benedicto XVI lo canonizó el 3 de Junio de 2007 en ceremonia efectuada en la Plaza de San Pedro.