(+1942)
Nacido en Bolsward, Holanda, vistió el hábito del Carmelo y se ordenó sacerdote el 17 de junio de 1905. Cursó sus estudios con brillantez, primero en Holanda y después en Roma, donde se doctoró en filosofía. Vuelto a Holanda, se entregó a toda clase de apostolados: escribió libros y artículos en varias revistas, dio clases dentro y fuera del convento, predicó y organizó cursillos y congresos, confesaba y administraba los sacramentos. Todos se admiraban que a todo llegaba, pero que ante todo, era un religioso observante, alma de profunda oración, fervoroso sacerdote y hombre profundamente sencillo y humilde. Fue cofundador de la Universidad Católica de Nimega y rector de la misma.
Durante la ocupación nazi, por defender a la Iglesia y los derechos humanos, fue arrestado y encarcelado en varios campos de concentración. Padeció con buen ánimo toda clase de vejaciones y su condena a muerte, dando ejemplo de fortaleza y eximia caridad a sus compañeros cautivo, y aún a sus verdugos, en el “infierno” de Dachau, Alemania.