XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B

CATEQUESIS DE JESUCRISTO SOBRE LA CENTRALIDAD DE SU MISIÓN, PUES ES EL PAN DE VIDA QUE DA LA VIDA ETERNA (Jn. 6, 24-35)
 
La presente narración evangélica sobre el Pan de vida es presentada ricamente en los cuatro evangelios. En los sinópticos, la presentan como la realización del Reino de Dios, inaugurado por Jesucristo que enseña, cura y alimenta a su pueblo, como había estado prometido por los antiguos profetas (San Ambrosio exposición del evangelio según Lucas 6, 69 - 70).

En la lectura de hoy Jesús abiertamente revela su naturaleza divina y su misión, al afirmar: “Yo soy el pan de vida” que quiere comunicarse y crecer realmente en nosotros, como el agua que se convierte en vino en las bodas de Caná. Este alimento maravilloso de Jesucristo, es una garantía, es un anticipo que nos prepara realmente a celebrar el banquete celestial (San Ambrosio, exposición del evangelio según Lucas 6, 79 - 80).
 
Jesús al nutrir la multitud, nos está diciendo que a través de la Eucaristía quiere también alimentarnos a nosotros, pero siempre en abundancia, pues es para la vida eterna (Prudencio, Libro de las horas del día 9, 58- 63). Donación abundante de Jesucristo que nos anima a todos los que creemos en él, a que siempre seamos generosos en ofrecer lo mejor a los demás, a los migrantes, con la seguridad de que el Señor proveerá cuanto sea necesario para nosotros (San Cirilo de Alejandría, comentario a Lucas, homilía 48). Abundancia que proviene de la mesa celeste de nuestro Padre Dios hacia nosotros en cada Eucaristía. Jesús mismo se nos ofrece como pan de vida a aquellos que creemos en él  (Jn. 6,33). Es él, que bajado del cielo nos da vida y da vida al mundo (San Cirilo de Alejandría, comentario a Lucas).
 
Nuestro Padre Dios, el Creador, en cada Eucaristía nos viene a dar por medio ¿de Jesucristo, el alimento más importante de su creación, en abundancia, para la vida eterna. Nuestro Padre Dios en esta Eucaristía viene a buscarnos por medio de Jesús, porque su mayor anhelo es estar junto a nosotros. Estamos dispuestos a encontrarnos con él y habitar muy cerca de él, por medio de la comunión de Jesucristo, frecuente y sentida. De tal manera que esta común unión con Jesús, nos lleve a unirnos, a vivir en comunión fraternal con nuestros hermanos?
 
Hermanos, descubramos la importancia del acontecimiento que estamos celebrando, pues de la manera como lo hagamos, estamos construyendo, estamos haciendo realidad, no sólo a nivel personal, sino también comunitario, nuestro destino eterno en el banquete celestial.
 
 

† Felipe Padilla Cardona.