LA ACTUALIDAD DEL ANUNCIO

2012-08-11 L’Osservatore Romano
Publicamos pasajes de la intervención del presidente del Consejo Pontificio para la nueva evangelización en la primera conferencia nacional, «Proclaim 2012», sobre la nueva evangelización, en Chatswood, Australia. En su anterior intervención, titulada: «¿Qué es la nueva evangelización?», el prelado subrayó que «acallar el deseo de Dios no puede dar lugar a la autonomía. El hombre está en crisis, pero no es marginando al cristianismo como se podrá tener una sociedad mejor. El gran desafío que nos espera en el futuro está aquí: quien quiera la libertad de vivir como si Dios no existiese puede hacerlo, pero debe saber qué es lo que le espera. No es excluyendo a Dios de su vida como el mundo se mejorará: los católicos no aceptarán ser marginados y seguirán llevando al mundo la buena nueva de Jesús ».

En la primera línea de su Motu proprio Ubicumque et Semper, con el que se puso oficialmente en marcha el Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, el Papa Benedicto XVI llama la atención de todos hacia la persona de Jesucristo. «La Iglesia tiene el deber de anunciar siempre y por doquier el Evangelio de Jesucristo. Él, el primer y supremo evangelizador, el día de su ascensión al Padre mandó a los Apóstoles: Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a cumplir todo lo que yo os he mandado» (Mt 28, 19-20). Estas primeras palabras del Motu proprio subrayan la necesidad de poner a Jesucristo en el  centro de la nueva evangelización y la importancia de reconocer que la fe recibida de los Apóstoles y la que se debe predicar es precisamente la persona de Jesucristo. El autor sagrado de la Carta a los Hebreos usa una expresión concisa y definitiva para que no queda duda de que Jesucristo es la revelación completa, inmutable y definitiva de Dios: «Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre » (Hb 13, ).

Rino Fisichella