Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Etimológicamente significa “resucitada”. Viene de la lengua griega.
El ser humano siempre debería estar abierto a Dios para recibir de sus designios divinos la obra que cada uno debe realizar en esta mundo.
Esta joven, muerta en la isla de Egine, Grecia, en el siglo IX, pasó allí toda su vida. Eran los tiempos en los que tenía como rivales políticas y comerciales a Pindara y Eusquila.
Por circunstancias de la vida, se casó dos veces a pesar de que aspiraba a la vida religiosa.
La primera vez tuvo que hacerlo por la fuerza. Los padres le obligaron a que se casara con un joven rico. Vivieron felices hasta el día en que él murió asesinado mientras defendía el puerto de Egine.
Lo moros, provenientes de España, intentaron apoderarse del puerto y de la isla..
Perdió a su marido en tiempos en los que se obligaba a las viudas jóvenes a volverse a casar porque la isla se estaba quedando sin hijos a causa de tanta guerra.
Su nuevo esposo, mucho más rico que el primero, era bueno y estaba enamorado de ella en profundidad.
Dedicaban cada día tiempo para la oración y en socorrer a los pobres y abandonados.
Ella se quedaba en casa alimentado a quienes venían y dándoles vestido y medicinas sin hacer distinción de sus creencias.
Montada en un burro recorría la isla entera para a los pobres.
Vivieron de esta forma hasta que la edad y las fuerzas se lo permitieron.
Cuando vieron que la muerte se avecinaba, se separaron para recibirla cada uno aparte.
Anastasia se quedó en casa, convertida en la práctica en un convento. Dios quiso prolongarle la vida. En su casa se formó una comunidad de religiosas. El marido abandonó la isla, y entró en un convento en el que murió meses más tarde.