Escrito por Diócesis de Querétaro
El sábado 25 de agosto de 2012, en la santa Iglesia Catedral, el Excmo. Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez ha consagrado la Diócesis de Querétaro al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado y Doloroso Corazón de María. Y ha invitado a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles ha realizar la Consagración el 26 de agosto en las Misas dominicales.
Esta misión tiene como base cuatro piedras angulares que sustentan todo el proyecto “Misión por el amor de Dios en todo el mundo”:
La consagración.
El cambio personal.
La oración de corazón
Las buenas obras.
Buscando alcanzar el objetivo en nuestra Diócesis, ya que el amor de Dios (1 Jn 4, 16) es una realidad que fundamenta la existencia y consolida a la persona, al grado de llevarla a la plenitud, por ello, buscando sumar esfuerzos de conjunto y en perfecta sintonía con los proyectos de la Misión Continental Permanente y con nuestro Plan Diocesano de Pastoral, Mons. Armendáriz nos invita a participar de esta iniciativa que nace de la preocupación de que todos renueven en su vida su compromiso de consagración y pertenencia a Dios, sumergidos en el corazón traspasado de su Hijo Jesucristo y del Inmaculado Corazón de María. Es un proyecto que abona a nuestro Plan Diocesano de Pastoral y que lo impulsa de manera importante.
Esta iniciativa, que ya ha sido realizada en otras diócesis de otros países y de México, es una propuesta realizada por el Sr. John Rick Miller, laico comprometido. Cuenta con dos momentos:
La consagración de los territorios (parroquias, estados o diócesis) a los Sagrados Corazones, a fin de actualizar nuestra alianza con Dios y los efectos de su Redención.
Una campaña de oración por la conversión y la paz en México que cuenta con la bendición de su Santidad Benedicto XVI.
La consagración ya se ha realizado en diócesis de estados como Tamaulipas, Sinaloa, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Puebla, Veracruz, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas. En otras entidades ya se realizan campañas de oración y próximamente se dará también la Consagración; tal es el caso de diócesis en Baja California, Sonora, Durango, Nuevo León, Guerrero y Tlaxcala.
Es necesario enfatizar que, para que la Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María pueda rendir los frutos esperados, se requiere de la plena conciencia de la conversión personal, familiar, laboral y de todo el pueblo en general. Sólo así se podrá confiar en que ésta sea transformante y transformadora de todos los contextos de nuestra vida. Es a través de la santificación de nuestra sociedad que habremos de lograr la paz y una vida digna y sin violencia.