Ciudad del Vaticano, 4 de septiembre de 2012 (VIS).-El cardenal Angelo Comastri, enviado del Santo Padre en las exequias del cardenal Carlo Maria Martini, S.I., arzobispo emérito de Milán, leyó ayer en el curso de la ceremonia fúnebre el mensaje que el Papa ha escrito a la archidiócesis de Milán, a la Compañía de Jesús, a los familiares y a “todos cuantos lo han amado, estimado y han querido acompañarle en su último viaje”.
“Las palabras del salmista: 'Lámpara para mis pasos es tu palabra, luz en mi camino' -escribe Benedicto XVI- resumen la existencia entera de este pastor generoso y fiel a la Iglesia. Ha sido un hombre de Dios que no solamente estudió la Sagrada Escritura, sino que la amó intensamente, haciendo de ella luz de su vida para que todo fuera 'ad maiorem Dei gloriam', para la mayor gloria de Dios. Precisamente por eso fue capaz de enseñar a los creyentes y a los que buscan la verdad que la única Palabra digna de ser escuchada, acogida y seguida es la de Dios, porque indica a todos el camino de la verdad y del amor. Lo fue con una gran apertura de ánimo, sin rechazar nunca el encuentro y el diálogo con todos, respondiendo concretamente a la invitación del Apóstol de 'estar siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza'. Lo fue con espíritu de caridad pastoral profunda, según su lema episcopal 'Pro veritate adversa diligere', prestando atención a todas las situaciones, especialmente a las más difíciles; cercano, con amor a quien se encontraba perdido, era pobre o sufría”.
“El Señor que ha guiado al cardenal Carlo Maria Martini en toda su existencia -concluye el Papa- acoja ahora a este incansable servidor del Evangelio y de la Iglesia en la Jerusalén del Cielo”.