2012-09-19 L’Osservatore Romano
Una Iglesia lejos de ser antigualla, sino viva y creativa. Es el rostro de la comunidad católica en Oriente Medio, según traza el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales, al regresar de Líbano, donde ha tenido “la alegría de estar junto al Papa —comenta en una entrevista concedida a nuestro periódico— en estas jornadas históricas”. “He visto la imagen de una grey jamás asustada por los aullidos de los lobos, sino que redescubre toda la fuerza y toda la valentía que le llega de la cercanía segura de un pastor solícito que no duda en ponerse en camino con ella cuando la amenaza se aproxima”, expresa, añadiendo la esperanza de que esta Iglesia “tenga la posibilidad, real y concreta, de continuar a dar, en comunión, su gran testimonio”.
¿El cristianismo es una realidad que corre el riesgo de desaparecer de Oriente Medio?
Es un riesgo real. Y no se refiere sólo a los católicos; afecta también a los ortodoxos. Se afronta la fuerza arrolladora de la mayoría musulmana. Pero tengo confianza. El islam, el verdadero, siempre se ha distinguido por el respeto y por la tolerancia con los demás. Tal vez habría necesidad de algo que vaya más allá y consienta una presencia más activa de la Iglesia en la vida cotidiana. Por lo demás la propia historia de los países mediorientales sería incomprensible si se prescindiera de la presencia de la Iglesia católica, de las Iglesias cristianas.
Mario Ponzi