EL SEÑOR ENCIENDA NUESTRO CORAZÓN PARA QUE ILUMINEMOS EL MUNDO: PAPA, ECUMENISMO Y NUEVA EVANGELIZACIÓN

2012-10-13 Radio Vaticana
(RV).- Al final del almuerzo con los Padres sinodales, los Obispos que participaron en el Concilio, hace cincuenta años, y los presidentes de las Conferencias Episcopales, Benedicto XVI destacó esta bella tradición creada por el Beato Juan Pablo II de coronar el Sínodo con un momento convival. Con su gran alegría por tener a su lado al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y al Arzobispo Rowan Williams, Primado de la Comunión anglicana, el Obispo de Roma subrayó la importancia - en especial, ante el agnosticismo del mundo de hoy - del camino común, acompañados por el Señor:

«Para mí esta comunión es signo de que estamos en camino hacia la unidad y de que avanzamos con el corazón, el Señor nos ayudará a avanzar también exteriormente. Me parece que esta alegría nos fortalece también en el mandato de la evangelización. Synodos quiere decir ‘camino común’, estar en camino juntos, por lo que la palabra synodos me recuerda el conocido camino del Señor con los dos discípulos de Emaús, que son como una imagen del mundo agnóstico de hoy. Jesús, su esperanza, se había muerto. El mundo estaba vacío, parecía que Dios no existía o que no se interesara por ellos. Con esta desesperación en el corazón, y, sin embargo, con una pequeña llama de fe, caminan hacia adelante. El Señor camina misteriosamente con ellos y los ayuda a comprender mejor el misterio de Dios, su presencia en la historia, su caminar silenciosamente con nosotros».

Al final de la cena, las palabras del Señor encendieron los corazones e iluminaron la mente de los discípulos, recordó Benedicto XVI invitando a rezar al Señor para que con su ayuda y luz iluminemos el mundo:

«Así, en el Sínodo estamos en camino junto con nuestros contemporáneos. Roguemos al Señor para que nos ilumine, encienda nuestro corazón para que logre ver y nos ilumine la mente. Y recemos para que, en la cena, en la comunión eucarística, podamos estar abiertos para verlo y, de este modo, encendamos también el mundo con su luz»
(CdM - RV)