El calvario de cada año para el campo: el precio del frijol

Escrito por Mons. Enrique Sánchez Martínez

Estamos viviendo aún los estragos de la crisis que sufrió nuestro Estado de Durango causada por una sequía que duró varios meses y que afectó principalmente a los campesinos, a los ganaderos y a las comunidades que viven en las regiones de la sierra y el semidesierto, donde se hizo más palpable la sequia.

Los Estados que vivieron fuertemente la sequía (Chihuahua, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango), entre ellos el nuestro, son los generadores del 70% de la producción frijolera del país, este año, a pesar de la crisis y que faltó humedad, se producirán unas 580 mil toneladas en el ciclo primavera-verano de este año.

Y como siempre, para estas fechas aún no existe una planeación, ni esquemas de comercialización del frijol, es decir, reglas de operación y un precio base, que garantice a los campesinos. Ya se escuchan fuertemente voces sobre los Acopiadores certificadas y no certificadas y los coyotes, quienes son los que al final salen ganando; sobre la importación de frijol para provocar que se comercialice a un precio bajo (entra frijol de Argentina, China, Brasil, Estados Unidos y Canadá). Después vendrá el problema del pago a los productores, les retienen el pago por varios meses. Parece que algunos aún no reciben el pago de la cosecha pasada; el problema de la certificación de la semilla, etc.

Existe una gran preocupación para ayudar a los productores de frijol. El gobernador del Estado de Durango ha convocado a los gobernadores de los Estado afectados, a diputados y senadores, a productores, etc., para exigir a las dependencias federales que resuelvan esta problemática.

Las dependencias federales a quienes les compete la solución de la comercialización del frijol son: SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) y ASERCA (Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria) aún no han definido alguna estrategia.

Lo cierto es que no se resuelve el problema de fondo. Solo cuando ya se acerca el tiempo de la cosecha, vienen la intervenciones, las declaraciones. Esto es cada año y nadie resuelve. Esta situación del campo debería definirse con tiempo, con políticas de desarrollo concretas y bien definidas. Parece que sí existen estas políticas para el campo, entonces el problema son quienes debería aplicarlas. Parece que el problema de fondo es de corrupción. Pero así es…. en México.

Durango, Dgo., 14 de Octubre del 2012

+ Enrique Sánchez Martínez
Obispo Auxiliar de Durango
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