Escrito por Mons. Rogelio Cabrera López

“Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra” (Salmo 71)

Celebramos con toda la Iglesia católica la solemnidad de la Epifanía del Señor, esto es la manifestación del Hijo de Dios a todos los pueblos, y es necesario que el mensaje que hoy se nos comparte en el Evangelio, en donde los Magos llegan a presentar al Niño Jesús sus regalos, lo sigamos haciendo vida, renovándolo constantemente entre nosotros.

Es importante que nos desfallezcamos en el esfuerzo cotidiano de presentar al Señor lo mejor de nosotros mismos, buscando que la relación con nuestro prójimo sea de servicio y disposición para lograr el bien común, esto nos ayudará a reconstruir, poco a poco, el tejido social que hemos visto como se ha destrozado a causa de la violencia que sigue haciéndose presente en nuestra comunidad y en el país.

Asimismo, pareciera esperanzador escuchar el informe de la Secretaría de Gobernación en la que se reportan los esfuerzos para establecer el orden y La Paz en nuestro país. Todos deseamos tranquilidad para realizar nuestras tareas con responsabilidad y alegría. Cada ciudadano debe hacer lo que le corresponde para el bien de la comunidad.

Les exhorto a que nos comprometamos auténticamente, para que el esfuerzo no sea sólo de unos cuantos, sino que todos unidos, podamos hacer realidad el sueño que muchos tenemos: que vuelva la paz a nuestra ciudad, que vuelva la paz a nuestro país.

Oremos por nuestras autoridades, como lo dice San Pablo en su carta a Timoteo (2, 1-2), para que el trabajo y el esfuerzo que realizan rinda frutos auténticos de vida nueva para nuestra sociedad.

En otro orden de ideas, deseo enviar mi bendición a todos los alumnos y maestros que regresan mañana, 7 de enero, a los salones de clases para continuar su formación académica. Pido a Dios les conceda la gracia de la sabiduría para que todo lo que aprendan en las aulas, lo lleven a la vida para bien de nuestra sociedad, tan necesitada de hombres y mujeres preparados, que sepan dar lo mejor de sí para el desarrollo y crecimiento de nuestro país.

+ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey