2013-04-17 Radio Vaticana
(RV).- Prosiguiendo sus catequesis dedicadas al Credo, en el Año de la Fe, el Santo Padre ha dado comienzo a su Audiencia General en la Plaza de San Pedro, con la participación de miles de fieles de tantas partes del mundo. Tras saludar y bendecir a su paso por los sectores del recinto en el jeep blanco, Francisco ha empezado a reflexionar sobre la afirmación que nos asegura que Cristo «subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre». El Obispo de Roma ha señalado que la Ascensión de Jesús nos hace conocer la consoladora realidad de que en Cristo, que es nuestro abogado defensor, nuestra humanidad ha sido llevada hacia Dios.
Testimoniar el Evangelio y contemplar a Cristo, sentado a la derecha de Dios Padre, para que nuestra fe se fortalezca y recorramos alegres y confiados los caminos de la santidad, alentó Francisco, hablando en español y recordando que el Señor nos guía e intercede siempre por nosotros.
Texto de las palabras del Papa en español:
Queridos hermanos y hermanas:En el Credo confesamos nuestra fe en Cristo, que «subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre». ¿Qué significa esto para nosotros? Ya al comienzo de su subida a Jerusalén, Jesús ve también esta otra «subida» al cielo con la que culmina su «éxodo» de esta vida, pero sabiendo que la vuelta a la gloria del Padre pasa por la cruz, por la obediencia al designio divino de amor por la humanidad. También nosotros hemos de saber que entrar en la gloria de Dios exige la fidelidad cotidiana a su voluntad, aun a costa de sacrificios y del cambio de nuestros programas. El íntimo coloquio de Jesús con el Padre antes de la Pasión nos enseña, además, cómo la oración nos da la fuerza de ser fieles al proyecto de Dios. Después, Jesús asciende a los cielos bendiciendo, un gesto sacerdotal para mostrar que, desde el seno del Padre, intercede siempre por nosotros. Él nos ha abierto el paso para llegar a Dios, y nos atrae hacia él, nos protege, nos guía e intercede por nosotros. Mirar a Jesucristo, que asciende a los cielos, es una invitación a testimoniar su Evangelio en la vida cotidiana, con la vista puesta en su venida gloriosa definitiva.
********Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de la Arquidiócesis de Mérida, con su Pastor, Mons. Baltasar Enrique Porras Cardozo, así como a los venidos de España, Argentina, Panamá, Venezuela, México y otros países latinoamericanos. Contemplemos a Cristo, sentado a la derecha de Dios Padre, para que nuestra fe se fortalezca y recorramos alegres y confiados los caminos de la santidad. Muchas gracias.
(CdM – RV)