Crisis económica o moral

En noviembre del 2012, Viktor Orban, primer ministro de Hungría, afirmó que “la crisis económica europea no corresponde a una coyuntura, sino que es consecuencia de una crisis de orden espiritual”. Y para probar su tesis puso como ejemplo su propio país, que siendo pobre como consecuencia de la herencia comunista, se mantiene ahora sano financieramente porque primero se renovó espiritualmente, desde los valores de la familia, la dignidad de la persona y la libertad, y luego floreció materialmente como una lógica consecuencia.

La semana pasada Jaime Mayor Oreja, ex ministro del Interior de España, abordó exactamente el mismo tema de la crisis económica y en su análisis, sorpréndanse ustedes, apuntó a la misma raíz antropológica como la causa de la crisis que padecemos, es decir, la falta de valores morales. “En la apatía, la cobardía, el egoísmo y la falsedad del ser humano está la razón de la crisis económica que estamos padeciendo. El mundo sufre de una crisis moral ante la pérdida de valores humanos que ha incrementado la violencia, la lucha de poderes, la envidia y el control de las economías”. También advirtió que el problema y la solución arrancan en el seno de la familia, base del desarrollo integral del ser humano.

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