Parte V, Iluminaciones

ILUMINACIONES SOBRE LAS PARTES INTEGRANTES DE NUESTRO FUTURO PLAN DE PASTORAL

I.- El marco referencial contendría:

  1. Marco de la realidad (observación): en el cual contemplaremos los aspectos más desafiantes de nuestra realidad eclesial y social.
  2. Marco teológico (iluminación): desde el proyecto de Dios queremos iluminar y dinamizar nuestra realidad para transformarla y así responder a los desafíos que nos presentan: a) la Familia, b) los Jóvenes, c) la Educación y Formación: permanente, continua y progresiva a todos niveles, y d) la Comunión entre todas las fuerzas vivas diocesanas.
  3. Diagnóstico pastoral (campo de acción): destacamos las opciones (prioridades) más urgentes en la acción pastoral y con ellas buscaremos dinamizar las personas, estructuras y métodos pastorales para vivir efectivamente nuestro compromiso de discípulos misioneros, en la misión permanente, en el mundo que estamos viviendo.
  1. Marco de la realidad, comprende:
    El análisis de la realidad, que compartiremos en las asambleas: parroquiales, decanales y diocesanas (semanas de pastoral, de estudio y de convivencia), partiendo del Evangelio; y buscaremos que sea una herramienta eficaz para impulsarnos a responder concretamente a los retos y desafíos que nos presenta nuestra realidad diocesana. Tomaremos conciencia de que en el transcurso del tiempo, los contextos sociales y religiosos, requieren una reflexión constante y actualizada sobre los mismos, para interpretar los nuevos signos de los tiempos:

    “Para cumplir esta misión es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas. Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza” (GS. 4).

    Y conociendo así mejor nuestra realidad, nos comprometeremos todos, en comunión y de común acuerdo, a líneas de acción pastoral conjuntas que respondan a nuestra realidad, buscando el camino concreto de mejorarla, para así servir mejor a nuestra comunidad diocesana.

    Para este fin, es importantísimo conocer los componentes fundamentales de nuestra realidad, como sería:

      - la ubicación geográfica
      - La orografía y el clima
      - Momentos trascendentales de nuestra Diócesis
      - Análisis de nuestra realidad social, religiosa y eclesial:
      • Realidad social:
        • Economía y trabajo:
          • Nuestra realidad indígena y campesina
          • Nuestra realidad Suburbana y urbana
        • Política e Instituciones
        • Ecología y salud
        • Cultura y educación formal
      • Análisis religioso y eclesial:
        • Nuestra realidad Parroquial:
          • La catequesis
          • Los jóvenes
          • Ministros y celebradores
          • Movimientos apostólicos e instancias pastorales
          • Colegios: Pre-escolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad y Centros promotores de Bellas Artes y Culturas especiales.
          • Dar las prestaciones de ley a todos los trabajadores de las Iglesias e instituciones católicas.
          • Liquidar los impuestos: locales, estatales y federales.
          • Manifestar claramente en la administración económica, lo que pertenece a la persona, a la parroquia o a la diócesis. De la misma manera, en relación a los objetos de culto, a los vehículos y a las cosas que utilizamos en nuestro servicio pastoral.

        • Nuestra realidad Decanal:
          • Comunión sacerdotal.
          • Comunión sacerdotes, religiosos (as), y laicos.
          • Pastorales: Profética, Litúrgica y Social.
          • Movimientos e instancias apostólicas.
          • Formación espiritual, permanente, atención a la salud y caridad, a todos niveles: sacerdotes, religiosas(os) y laicos
          • Legalización de todas las propiedades de la Iglesia: Parroquias, Casas parroquiales, Capillas y terrenos destinados para un servicio religioso, y cuidado y embellecimiento de las Iglesias y centros de apostolado comunitarios.

      Con relación a los aspectos anteriores, son imprescindibles todos los conocimientos, las experiencias de los planes de pastoral precedentes, la tradición y la vivencia profunda y constante de fe, que ha tenido y vivido nuestra diócesis. Aquí únicamente, reflexionaremos sobre algunos aspectos novedosos que nos está presentando la realidad de nuestra época, y buscaremos responder a ellos, con acciones pastorales eficaces y conjuntas, que nos ayuden a mejor responder a estos retos que estamos viviendo, siempre teniendo como eje medular el Evangelio y la decisión firme de pasar de una pastoral de conservación a una pastoral realmente misionera de conjunto.

Con mi bendición y oración constante por todos,

† Felipe Padilla Cardona