SAN GANGULFO era un caballero de Borgoña que durante algún tiempo fue mayordomo de palacio. Pepino el Breve le profesaba tal cariño, que le hacía dormir en su tienda durante las campañas militares. Gangulfo se casó con una joven de alta dignidad, la cual le traicionó escandalosamente al cabo de muchos años de matrimonio. Como no consiguiese nada con sus exhortaciones, San Gangulfo se retiró discretamente a su castillo de Avallon (la ciudad en que había nacido San Hugo de Lincoln, entre Auxerre y Autun), no sin dejar a su mujer bien provista de dinero. En dicho castillo se entregó el santo a la penitencia y al socorro de los pobres. Según cuenta la leyenda, San Gangulfo murió asesinado por el amante de su esposa, a quien ésta había incitado a darle muerte una noche, en su propio lecho. La distribución de las reliquias del santo y la fama de sus milagros popularizaron, más tarde, su culto en Holanda, Bélgica y Saboya.
Alban Butler - Vida de los Santos