2013-06-05 Radio Vaticana
(RV).- Inspirado en el Evangelio de la solemnidad de Corpus, en el que Jesús da de comer a la multitud con cinco panes y dos peces, y al final les pide a los discípulos que nada del alimento sobrante se desperdicie, el Obispo de Roma, afirmó que la Jornada Mundial del Medioambiente, “invita a contrarrestar el desperdicio de alimentos y a mejorar su distribución en el mundo”.
Papa Francisco dijo que “el egoísmo y la “cultura del descarte” han conducido a desechar a las personas más débiles y necesitadas”, y en este marco insistió:
«Estamos viviendo un momento de crisis; lo vemos en el ambiente, pero sobre todo lo vemos en el hombre. ¡La persona humana está en peligro: he aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es sólo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología. La Iglesia lo ha subrayado tantas veces. Y muchos dicen: sí es justo, es verdad... pero el sistema sigue como antes, porque las que dominan son las dinámicas de una economía y de una finanza que carecen de ética. Por lo tanto, hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos de la ganancia y del consumo: es ‘la cultura del descarte’. Si se estropea un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, las necesidades y los dramas de tantas personas acaban entrando en la normalidad...»
Expresó también que “en muchas partes del mundo, no obstante el hambre y la desnutrición existentes, se desechan los alimentos”. Dijo que “cuando la comida se comparte de modo justo, nadie carece de lo necesario”, y que: “Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre”.
Francisco invitó finalmente a todos “a respetar y cuidar la creación, a prestar atención y cuidado a toda persona, a contrarrestar “la cultura del descarte” y del desecho para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro”.
Jesuita Guillermo Ortiz, Cecilia Avolio -RV
Texto completo de la síntesis en español de la catequesis del Papa:
Queridos hermanos y hermanas:
La Jornada Mundial del Medioambiente, que se celebra hoy, invita a contrarrestar el desperdicio de alimentos y a mejorar su distribución en el mundo.
Dios confió al hombre y a la mujer el cultivo y cuidado de la tierra, para que todos pudieran habitar en ella, pero el egoísmo y la “cultura del descarte” han conducido a desechar a las personas más débiles y necesitadas. Más aún, en muchas partes del mundo, no obstante el hambre y la desnutrición existentes, se desechan los alimentos. En el relato evangélico de la multiplicación de los panes, Jesús da de comer a la multitud con cinco panes y dos peces, y al final les pide a los discípulos que nada del alimento sobrante se desperdicie. Cuando la comida se comparte de modo justo, nadie carece de lo necesario. Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre. La ecología humana y la ecología medioambiental son inseparables.
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Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Colombia, Uruguay, Argentina, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a respetar y cuidar la creación, a prestar atención y cuidado a toda persona, a contrarrestar “la cultura del descarte” y del desecho para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro. Muchas gracias.