SANTOS Sergio y Germano son venerados como los monjes griegos que fundaron el gran monasterio ruso de Valaam (o Válamo), en la isla del mismo nombre del lago Ladoga en el extremo sudeste de Finlandia. Desde aquel rincón, los dos monjes evangelizaron a los herejes carelios que ocupaban los territorios en torno al lago. Los historiadores colocan este acontecimiento entre los años de 973 y 992, cuando empezaba la evangelización de los rusos, en Kiev y sus alrededores, pero no hay un fundamento firme para aceptar esa fecha tan antigua. Ciertamente que el monasterio fue fundado antes del siglo quince y que fue reestablecido por el zar Pedro el Grande, en 1718, pero antes de aquella época y durante un siglo, no fue más que un montón de ruinas donde no vivía nadie, a causa de las prolongadas guerras entre suecos y rusos. También las tradiciones escritas y orales se cortan en esa época, sin dejar más que suposiciones evidentemente fantásticas sobre la fundación del monasterio.
Una fecha más probable que la de 992, es la de 1329, cuando los monasterios rusos surgían en la región de Ladoga, como parte de una consolidación política contra los suecos del occidente de Karelia. Uno de los relatos dice que, por entonces, San Sergio estableció su abadía en la caverna de Vaaga, un lugar donde se había practicado el culto pagano; Sergio era un extranjero, procedente de Novgorod o de Bizancio y, según esa versión, había sido el jefe máximo de un poderoso grupo de traficantes y mercaderes en Novgorod. En la caverna atendía solícitamente las almas y los cuerpos de las gentes y, para ganarse la vida Y entretenerse, se entregaba a su afición de tallar esculturas en la piedra. Además de haber llegado a ser el superior de una comunidad monástica, era considerado como la mayor autoridad en cuestiones civiles por las gentes del lugar.
Otra leyenda dice que San Sergio bautizó a un carelio llamado Munga, quien llegó a ser su sucesor en la abadía con el nombre de Germano. Pero, al parecer, esa leyenda surgió de una confusión con un tal Hans Munck, que vivió en el siglo diecisiete y que era un sueco, gobernador de la región y luterano, quien ciertamente no terminó sus días en un monasterio. Todo lo que se sabe acerca de Germano es que fue un contemporáneo de San Sergio y su colaborador. De todas maneras, hasta que estalló la Guerra Mundial en 1939, los santuarios de los dos santos eran muy venerados en el "katholicon" del monasterio de Valaam.
Alban Butler - Vida de los Santos