2013-07-06 Radio Vaticana
REFLEXIONES EN FRONTERA
jesuita Guillermo Ortiz
(RV).- Se vivía un ambiente de verdadera fiesta juvenil con intensos y profundos testimonios, con exhortaciones y cantos, pero cuando entró Papa Francisco al aula Pablo VI repleta de seminaristas, novicios y novicias, estalló.
Sin embargo Francisco inició diciendo: Escuche que todos ustedes quieren dar la vida para siempre a Cristo. Uds. ahora aplauden y hacen fiesta porque están en luna miel ¿pero qué pasará después, en la cultura de lo provisorio? La cultura de lo provisorio es peligrosa porque uno no se juega la vida de una vez para siempre. Me hago sacerdote o religiosa por un tiempo… Esto no nos hace bien. Una elección definitiva es muy difícil hoy. Somos víctimas de esta cultura de lo provisorio. Quiero que Uds. se pregunten: ¿Cómo puedo ser libre de esta cultura de lo provisorio?
Tenemos que aprender a cerrar la puerta de nuestra celda interior. Un buen sacerdote le decía a la Virgen: Esta tarde Señora la promesa es sincera, pero por las dudas no dejas la llave afuera. Tenemos que aprender a cerrar la puerta desde adentro. Tomarse tiempo sí. Y cuando me siento seguro, en Jesús, cierro la puerta.
El Obispo de Roma dijo también, entre otras cosas: La palabra que quiero decirles es alegría, la alegría de la frescura, la alegría que da el Espíritu Santo; la alegría contagiosa de responder a la llamada de Jesús, viviendo la consagración que lleva a la fecundidad; a la paternidad y la maternidad. Esta es la belleza y la alegría de la consagración.
La fiesta de estos jóvenes continúa con la Eucaristía del domingo 7, en San Pedro, con Papa Francisco, en el Año de la Fe.