WITBURGA era la hija menor de Anna, rey de Anglia oriental. Lo mismo que sus santas hermanas, Witburga se consagró al servicio divino y durante varios años llevó una vida de gran austeridad en Holkham, cerca de la costa de Norfolk, donde más tarde se edificó una iglesia en su honor. A la muerte de su padre, la santa se transladó a Dereham, que es actualmente un centro comercial de Norfolk, pero en aquella época era un sitio muy tranquilo y retirado. Ahí se le reunieron otras devotas doncellas. Witburga empezó entonces a construir un monasterio y una iglesia, pero no llegó a verlos terminados. Su muerte ocurrió el 17 de marzo de 743. La santa fue sepultada en el atrio de la iglesia de East Dereham; cincuenta años después, su cuerpo, que estaba perfectamente conservado, fue transladado al interior de la iglesia. El año 974, Britnoto, abad de Ely, transladó a su abadía el cuerpo de Santa Witburga y lo enterró junto a los de sus dos hermanas. En 1106, los restos de cuatro santas fueron trans- ladados al altar mayor de la nueva iglesia abacial: de Santa Sexburga y Santa Ermenilda no quedaban más que los huesos, el cuerpo de Santa Etelreda estaba entero, y el de Santa Witburga se conservaba fresco y flexible. Estos datos provienen del monje Tomás de Ely, quien escribió su historia de la abadía un año después de los hechos. El mismo autor afirma que brotó una fuente de agua clara en el sitio del atrio de la iglesia de Dereham, donde había estado sepultado el cuerpo de Santa Witburga; dicha fuente se conoce todavía en la actualidad con el nombre de la santa.
Alban Butler - Vida de los Santos