ANA, LLAMADA también Susana, nació en Constantinopla hacia el año 840. Su padre murió cuando ella era todavía pequeña. Su madre la educó cuidadosamente con la cuantiosa fortuna que había heredado. Como era rica y hermosa, no le faltaron proposiciones de matrimonio, pero Ana las rechazó todas. El emperador Basilio de Macedonia apoyaba a uno de los pretendientes, pero como Ana se negase a contraer matrimonio con él, Basilio la sometió a persecuciones y malos tratos. L a santa, que hasta entonces había llevado vida monástica en el mundo, huyó a la colina de Epiro, en la isla Léucade, donde pasó el resto de su vida en la soledad. Al llegar ahí tenía unos veintiocho años y murió a los setenta y ocho de edad. Mucho tiempo después, a raíz de varias curaciones milagrosas y, sobre todo, d e algunas liberaciones de posesión diabólica, se procedió a desenterrar las reliquias; el cuerpo de la santa estaba perfectamente conservado y despedía un suave olor. Desde riilonccs, los griegos empezaron a profesar gran veneración a Santa Ana.
Es interesante notar que la isla Léucade se conoce ahora con el nombre de Santa Maura. Era ésta una virgen que dio la vida por la causa de la fe Io único que sabemos acerca de ella es que los cristianos le profesaban tal devoción, que el emperador Juliano el Apóstata, para acabar con ella, inventó la fábula de que se trataba simplemente de. una desviación del culto de Afrodita.
El Martirologio Romano menciona a Santa Maura el 30 de noviembre y sitúa su martirio en Constantinopla. El nombre de Santa Ana no figura en dicho Martirologio.
Alban Butler - Vida de los Santos