SE DICE que las virtudes y milagros de San Guillermo eran extraordinarios, pero conocemos muy pocos detalles de su vida. Recibió las órdenes sagradas de manos de Josselin, obispo de Saint-Brieuc; trabajó en dicha diócesis durante el episcopado de Pedro y Silvestre, los dos sucesores de Josselin y, finalmente fue elegido obispo hacia el año 1220. Los pobres eran sus tesoreros y, no contento con darles cuanto poseía, el santo contraía deudas para proporcionarles grano y otras provisiones necesarias. Sus actividades pastorales no estorbaban cu modo alguno a su espíritu de recogimiento y oración. Como defendiese tenazmente los derechos de la Iglesia y de los obispos contra las depredaciones del duque de Bretaña, Pedro Mauclerc, fue expulsado de su diócesis y se refugió en Poitiers durante dos años. Volvió a Saint-Brieuc en 1230 y ahí murió, cuatro años más tarde. Su cuerpo, que había sido sepultado en la catedral de su diócesis, fue hallado incorrupto en 1248, un año después de su canonización.
Alban Butler - Vida de los Santos