2013-08-04 Radio Vaticana
(RV).- Francisco afirmó que “el encuentro con Jesús vivo, en su gran familia que es la Iglesia, llena el corazón de alegría, porque lo llena de vida verdadera, de un bien profundo que no pasa y no se marchita: lo hemos visto en los rostros de los chicos de Río”. Fue en la oración mariana dominical con los peregrinos llegados a la plaza del Santuario de San Pedro, en el caluroso verano de Roma y lo dijo para subrayar que los jóvenes, particularmente sensibles al vacío de significado, con esta experiencia de la JMJ deben afrontar el veneno del vacío de una sociedad que los ilusiona con el consumismo.
“La verdadera riqueza es el amor de Dios compartido con los hermanos” expresó explicando que el evangelio de este domingo “advierte propiamente sobre el absurdo de basar la propia felicidad sobre el tener”
El obispo de Roma enmarcó su reflexión en la maravillosa experiencia vivida en Brasil con la JMJ, a la que calificó como “una nueva etapa en la peregrinación de los jóvenes a través de los continentes con la cruz de Cristo”. “Las JMJ no son ‘fuegos de artificio’, sino etapas de un largo camino”, constató el Sucesor de Pedro. “Los jóvenes no siguen al Papa, siguen a Jesucristo llevando su cruz. Y el Papa los guía y los acompaña en este camino de fe y de esperanza”.
Después de agradecer y pedir al Señor que recompense a todos los que han trabajado para esta gran fiesta de la fe y el encuentro con el pueblo y los pastores, el Obispo de Roma pidió rezar para que los jóvenes que participaron de la JMJ, puedan traducir esta experiencia en su camino cotidiano, en el comportamiento de todos los días y que puedan traducirlo también en elecciones importantes de vida, respondiendo a la llamada personal del Señor. jesuita Guillermo Ortiz RV
Después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
Los saludo a todos y les agradezco su presencia, a pesar del calor.
Estoy contento de saludarlos, en particular a algunos grupos juveniles: la Juventud Carmelitana de Croacia, los jóvenes de Sandón y Fossò, diócesis de Verona; a los de Mozzanica, diócesis de Cremona; aquellos de Moncalieri, que han hecho parte del camino a pie, y a los de Bérgamo, que han venido en bicicleta. ¡Gracias a todos!
Pero hay tantos jóvenes en la plaza, ¡esto parece Río de Janeiro!
Querría garantizar un recuerdo especial a los párrocos y a todos los sacerdotes del mundo, porque hoy se recuerda su patrono, San Juan María Vianney. Queridos hermanos, estamos unidos en la oración y en la caridad pastoral.
Mañana los romanos recordamos nuestra Madre, la Salus Populi Romani. Pidámosle a ella que nos custodie y ahora todos juntos la saludamos con un Ave María, todos juntos… ¡Vamos, un saludo a nuestra Madre, la Salus Populis Romani!
Me gusta recordar también, la fiesta litúrgica de la Transfiguración, que será pasado mañana, con un pensamiento de profunda gratitud para el Venerable Papa Pablo VI, que dejó este mundo la tarde del 6 de agosto de hace 35 años.
Queridos amigos, les deseo un buen domingo y un buen mes de agosto y buen almuerzo.