S. HORMISDAS (514-523) Nació en Frosinone. Durante su pontificado tuvo lugar la definitiva conciliación entre Iglesia Oriental y Occidental. Demostró habilidad y autoridad en las negociaciones.
En Constantinopla se suscribió la así llamada fórmula Hormisdas que volvía a proponer prácticamente la doctrina del Concilio de Nicea, de Calcedonia y de la carta de S. León Magno. Ésta terminaba así: «...Estoy de acuerdo con el papa en la profesión de la doctrina y reprendo a todos los que él reprende».
Sin embargo en política se produjo una verdadera fractura entre Oriente y Occidente por culpa del emperador Justino. Este quería reconquistar Italia e incorporarla al imperio. Pero tenía que enfrentarse con Teodorico. Utilizó contra él, arriano, el arma de la religión, contando con el respaldo del papa y de los católicos. Puso pues la población de Italia contra él y, con un edicto empezó la persecución contra los arrianos, llegando a cerrarles su iglesia. Teodorico respondió persiguiendo a los católicos, que consideró responsables de la política imperial.
Hormisdas legisló en materia de disciplina eclesiástica: se vetaba otorgar el cargo de obispo a cambio de privilegios y donaciones. En su pontificado S. Benito fundó su orden.