SAN BASILIO y San Gregorio Nazianceno cuentan que San Mames era un pastor de Cesárea de Capadocia que buscó desde la infancia el Reino de Dios con todas sus fuerzas y se distinguió por su fervor en el servicio divino. Según la tradición oriental, San Mames soportó con intenso gozo espiritual los más crueles tormentos que le infligieron los perseguidores y alcanzó la corona del martirio, Pero, según el Martirologio Romano, "sufrió una prolongada persecución desde la infancia hasta la ancianidad". Fuera de la historicidad de su existencia, de su oficio de pastor y del sitio de su martirio, no sabemos nada sobre él.
Entre las leyendas asociadas con San Mames hay una que recuerda la üe Orfeo. El santo huyó de los "lobos" de la ciudad y vivió apaciblemente entre los animales salvajes, alimentándose de leche y miel. Cuando los perseguidores arrojaron al mártir a las fieras, éstas se acercaron mansamente a él, como ovejas que reconocen a su pastor, "se tendieron a sus pies y le mostraron su afecto moviendo regocijadamente la cola". Más tarde, "un león colosal", vio a San Mames cargado de cadenas y se acercó a lamerle los pies. Cuando los soldados intentaron aproximarse al santo, el león les cogió entre las fauces y les depositó a sus pies. Entonces, San Mames ordenó al león que se retirase a su madriguera; la fiera obedeció "llorando y suspirando".
Está fuera de duda que San Mames fue un santo muy popular. Basta con leer el panegírico de San Basilio y las alusiones de San Gregorio Nazianceno para comprender la devoción quele profesaban.
Alban Butler - Vida de los Santos