2013-08-25 Radio Vaticana
(RV).- Este mediodía el Papa Francisco rezó el ángelus dominical con varios miles de fieles y peregrinos procedentes de Italia y de diversos países que se habían dado cita en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras y recibir su bendición apostólica.
En esta ocasión el Obispo de Roma recordó la invitación evangélica a reflexionar sobre el tema de la salvación, puesto que Jesús nos dice que es importante saber cuál es el camino para alcanzarla.
Francisco destacó que en la actualidad pasamos ante tantas puertas que invitan a entrar prometiendo una felicidad que dura un instante, que se agota en sí misma y que no tiene futuro. Y preguntó: ¿Por cuál puerta queremos entrar? Y ¿a quién queremos hacer entrar por la puerta de nuestra vida?
Y explicó que si bien se trata de una “puerta estrecha” la que nos conduce al Padre, esta puerta, que es el mismo Jesús, jamás está cerrada, sino que siempre está abierta a todos, sin distinción, sin exclusiones ni privilegios.
De ahí la invitación del Santo Padre a no tener miedo de atravesar la puerta de la fe en Jesús, de dejarlo entrar cada vez más en nuestra vida, saliendo de nuestros egoísmos, de nuestras cerrazones y de nuestras indiferencias hacia los demás.
Tras el rezo a la Madre de Dios, el Papa Francisco saludó a los diversos grupos de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, deseando a todos un feliz domingo y una buena semana:
Saludo con afecto a todos los peregrinos presentes: a las familias, a los numerosos grupos y a la Asociación Albergoni. En particular, saludo a las religiosas Maestras de Santa Dorotea, a los jóvenes de Verona, Siracusa, Nave, Modica y Trento; a los confirmandos de las Unidades Pastorales de Angárano y Val Liona; a los seminaristas y a los sacerdotes del Pontificio Colegio Norteamericano; a los trabajadores de Cuneo y a los peregrinos de Verrua Po, San Zeno Naviglio, Urago d’Oglio, Varano Borghi y San Pablo de Brasil.
Para muchos estos días marcan el fin del período de las vacaciones de verano. Deseo a todos un regreso sereno y comprometido en la normal vida cotidiana mirando hacia el futuro con esperanza.
¡A todos deseo feliz domingo y una buena semana! ¡Buen almuerzo y hasta la vista!