2013-09-07 Radio Vaticana
(RV).- “Juntos por la paz”, es el título de la declaración firmada por los Presidentes de la Conferencia de las Iglesias Europeas y del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa en adhesión a la Jornada de oración por Siria convocada por el Papa Francisco.
Ante el sufrimiento, destrucción y muerte que el noble pueblo sirio padece desde hace ya demasiado tiempo – se lee en el mensaje – insistimos en nuestro rechazo absoluto a la guerra. En este momento, nuestro recuerdo se dirige en especial a todos los fieles cristianos y a sus familias, que el conflicto en Siria ha perjudicado particularmente, con numerosos asesinatos y un éxodo en masa que puede llegar a cancelar una presencia más que milenaria en esta área del mundo.
Somos conscientes – escriben los Obispos Christopher Hill, Presidente de la Conferencia de las Iglesias y el Cardenal Péter Erdő, Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa – de que la verdadera paz tan sólo viene de Dios. Por eso afirman: “A Él hemos de confiar los corazones atormentados de la humanidad, rezar por nuestra paz interior y la de las personas en conflicto”.
Al mismo tiempo, invitan a los fieles de todas sus Iglesias en Europa a unirse a ellos y a la comunidad internacional a la jornada de ayuno y oración por la paz en Siria este sábado 7 de septiembre, tal como lo ha propuesto el Papa Francisco.
Además, dirigiéndose a todas las naciones, y en particular a las reunidas en San Petersburgo por la Asamblea del G20, piden, junto al Arzobispo de Canterbury Justin Welbi, al Papa Francisco y a otros responsables de estas Iglesias, que privilegien la vía del diálogo en lugar del camino de las armas.
Por otra parte, exhortan a todos a mirar a Dios y a tomar el camino que haga cesar toda hostilidad, deponiendo las armas y abriendo la vía de la negociación, del diálogo, de la reconciliación y de la paz.
Porque como afirman: “Nunca es demasiado tarde para construir un futuro juntos. Esta paz tanto anhelada sólo puede ser alcanzada juntos, nunca a través del abuso de unos sobre otros. Estamos convencidos – concluyen – de que, con la ayuda de Dios, el sentido común puede prevalecer y alcanzar una convivencia pacífica en la verdad, en la justicia, en el amor, en la libertad y en el respeto de todas las minorías, en particular de los cristianos presentes en el país”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).