EL DÍA DE HOY se celebra en toda la Iglesia de occidente la fiesta de la Maternidad de la Santísima Virgen. Dicha fiesta fue introducida por Pío XI en la encíclica "Lux veritatis'", publicada el 25 de diciembre de 1931, con motivo del décimo quinto centenario del Concilio de Efeso. En la tercera lección del segundo nocturno del oficio del día se habla de la bóveda de la basílica de Santa María la Mayor que Sixto III (432-440) mandó decorar con mosaicos poco después del Concilio y que fue restaurada por Pío XI. El breviario recuerda que dicha bóveda es una especie de monumento de la proclamación de la maternidad divina de María en el Concilio de Efeso. Pero la encíclica de Pío XI menciona otros motivos para la institución de la fiesta.
"Quisiéramos que, bajo los auspicios de la Reina de los Cielos, tan amada y venerada por nuestros hermanos separados del oriente, todos los cristianos oren para que Dios no permita que permanezcan alejados de la unidad de la Iglesia y de su Hijo Jesucristo, cuyo Vicario somos. Que vuelvan pronto al Padre común, a cuyo juicio todos los Padres del Concilio se sometieron y a quien aclamaron unánimemente como guardián de la fe. Quiera Dios hacerles volver a Nos, que tenemos por ellos el mayor afecto y que haríamos jubilosamente nuestras las graves palabras con que Cirilo exhortaba a Nestorio: 'que la paz de las Iglesias no se vea turbada, y que el lazo del amor y la concordia entre los sacerdotes de Dios siga siendo indisoluble'."
Alban. Butler - Vida de los santos