EL PADRE de Edvino murió cuando éste tenía quince años, y su madre le confió entonces al cuidado de San Sansón. Más tarde, el joven ingresó en el covento bretón dirigido por San Winwaloe. Un día en que Edvino y su maestro se hallaban paseando, vieron a un leproso que yacía a la vera del camino. "¿Qué podemos hacer por este pobrecito?", preguntó Winwaloe. Edvino replicó al punto: "Haced lo que los Apóstoles de Cristo: "ordenadle que se levante y ande." Entonces Winwaloe, que tenía una gran fe en Dios y en su discípulo, devolvió la salud al enfermo. Cuando los francos destruyeron el monasterio, San Edvino se refugió en Irlanda. Ahí vivió veinte años y murió cuando mayor era su fama por sus virtudes y milagros. Su nombre figura en el Martirologio Romano pero no en los calendarios irlandeses. Según parece, el nombre del santo es de origen anglo-sajón.
Alban Butler - Vida de los Santos