San Berenbardo

Date: 
Sábado, Noviembre 20, 2021

LA FAMILIA de Berenbardo era sajona. Este quedó huérfano cuando era todavía pequeño y su tío, el obispo Volkmaro de Utrecht, le tomó a su cargo y le envió a la escuela catedralicia de Heidelberg. Más tarde, Berenbardo fue a terminar sus estudios en Mainz, donde recibió la ordenación sacerdotal de manos de San Wiligis. Berenbardo se dedicó a cuidar a su tío y no aceptó ningún beneficio sino hasta después de la muerte de éste. El anciano murió el año 987. San Berenbardo fue nombrado entonces capellán imperial y tutor del emperador Otón III, que era todavía niño. La influencia de San Berenbardo en la vida de Otón III fue muy poderosa, aunque insuficiente. Seis años más tarde, el santo fue elegido obispo de Hildesheim. Construyó ahí la gran iglesia y el monasterio de San Miguel y gobernó con prudencia y habilidad. San Berenbardo fue siempre muy aficionado al arte religioso, particularmente a toda clase de trabajos en metal. Como su diócesis era muy rica, pudo promover las artes y proteger a los mejores artistas. Tangmaro, el biógrafo de San Berenbardo, que fue también su preceptor, afirma que el santo era muy hábil en la pintura, así como en los trabajos en metal y que empleaba buena parte de su tiempo en esas artes. A él se atribuyen algunos objetos muy hermosos de metal labrado, que se conservan en Hildesheim.

Desgraciadamente, el gobierno de San Berenbardo, que duró treinta años, se vio turbado por una disputa con el arzobispo de Mainz, San Wiligis, quien reclamaba ciertos derechos sobre el gran convento de Gandersheim. La disputa había comenzado en tiempos del predecesor de San Berenbardo. Una religiosa llamada Sofía la reavivó, ya que acudió al arzobispo de Mainz cuando el obispo de Hildesheim la llamó al orden por su mala conducta. El conflicto duró más •de siete años, por más que ya antes la Santa Sede había fallado en favor de San Berenbardo, cuya conducta fue irreprochable durante toda la disputa. Finalmente, San Wiligis se sometió públicamente y pidió perdón por su falta de prudencia y la obstinación que había mostrado. San Berenbardo murió el 20 de noviembre de 1022, después de tomar el hábito de San Benito. Fue canonizado en 1193.

Alban Butler - Vida de los Santos