Lecturas del lunes, 30ª semana del tiempo ordinario, ciclo C

Date: 
Lun, 2013-10-28

I. Contemplamos la Palabra

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2,19-22:

Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

Sal 18 R/. A toda la tierra alcanza su pregón

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,12-19:

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

II. Compartimos la Palabra

“Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles”

La carta a los efesios, pone en la cumbre a Cristo que es cabeza y Piedra Angular de la Iglesia.

En el texto de hoy, Pablo pone su empeño en demostrar la unidad de todos los seguidores de Cristo, sean circuncisos o incircuncisos; a los cristianos nos une la fe en Cristo, no importa la procedencia; el apóstol insiste: ya no sois extranjeros ni forasteros, somos todos miembros de la familia de Dios, la Iglesia, cuyos cimientos son los apóstoles y los profetas y sobre todo su Piedra Angular que es Cristo. Todos formamos un solo templo. Así como los judíos consideraban única morada de Dios el templo de Jerusalén, Pablo define a la Iglesia como un templo consagrado al Señor para ser su “Morada por el Espíritu”.

Por el bautismo somos verdaderos templos consagrados; la Stma. Trinidad mora en nosotros.

Gracias a los apóstoles, que fueron por el mundo anunciando el Evangelio pudimos alcanzar la fe en Cristo, esta fe nos exige ser heraldos del Evangelio ir al mundo anunciando la Buena Noticia, ser verdaderos discípulos de Cristo.

“Pasó la noche orando…escogió a doce y los nombró apóstoles”

Las grandes obras requieren una preparación especial; Jesús quiere a escoger a sus apóstoles, los que después serán cimientos de su Iglesia, para ello se prepara, se retira a hacer oración (nos dice el texto evangélico que pasó toda la noche sólo, en oración), la elección es importantísima, los que elija serán los que comunicarán al mundo “lo que han visto y oído” mientras fueron compañeros de Jesús durante su vida pública. Entre ellos están los dos apóstoles cuya fiesta celebramos: Simón y Judas, los dos fueron fieles testigos del Evangelio, los dos dieron su vida por proclamar la verdad de Cristo, único Salvador, salvación que Él nos otorgó, con su muerte y resurrección, Él nos dio ejemplo de vida: “Pasó por el mundo haciendo el bien, curando toda dolencia y enfermedad” invitándonos a seguir su ejemplo.

Seremos sus testigos si vivimos cómo Él haciendo el bien y ayudando a cuantos nos necesiten. Como lo hicieron los apóstoles Simón y Judas.

Hna. María Pilar Garrúes El Cid
Misionera Dominica del Rosario